Cuatro meses después, los antiguos cines Astoria-Victoria siguen en pie, pese al acuerdo plenario de noviembre de 2015 donde se acordó su demolición por motivos de seguridad. Los grupos Málaga para la Gente y Ciudadanos reiterarán en el pleno de este jueves al equipo de Gobierno que actúe de forma urgente, especialmente, después de que el pasado Lunes Santo los bomberos tuvieran que actuar tras un nuevo desprendimiento de la cornisa del viejo edificio.
Un derribo pendiente por una cuestión burocrática, según la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, organismo que debe dar luz verde a esta medida. “Llevamos meses denunciando el estado del edificio y hacen caso omiso, no toman medidas”, lamentó ayer el portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá.
Futuro proyecto
Los grupos en la oposición tienen claro que los malagueños deben decidir el futuro de esta emblemática manzana a través de una consulta popular. Precisamente, el Ayuntamiento de Málaga ultima las bases de un concurso de ideas para que arquitectos de todo el mundo presenten sus propuestas, pero grupos como Málaga para la Gente recelan de que la votación online de las mejores propuestas no sea vinculante.
“No queremos una simple encuesta telemática, sino una verdadera consulta popular”, defendió el portavoz, Eduardo Zorrilla. El Ayuntamiento compró en 2010 por 21 millones de euros el edificio. Desde entonces, le han salido muchos proyectos. Desde mercado gourmet, ampliación de la casa natal de Picasso, pasando por una plaza diáfana abierta a la Alcazaba o un hotel de cinco estrellas.
La retirada del amianto, un paso previo imprescindible
Oculto a pie de calle, el edificio de los antiguos cines está “plagado de amianto, en toda la techumbre y en los depósitos”, según advierte Paco Puche, de la asociación Málaga Amianto Cero. Retirar este material, que se ha demostrado que es peligroso para la salud, y cuyo uso está prohibido desde 2001 en España, será el paso previo imprescindible antes de tirar abajo este capítulo de la historia reciente de Málaga.
“Se debe eliminar con garantías, según marca la legislación, con personal que use protección y señalizando la zona”, advierte el portavoz, que lleva años batallando contra el amianto. Vecinos y transeúntes pueden verse afectados durante su retirada por las microfibras que generan su manipulación. De ahí, que los residentes del entorno y el colectivo adelanten que estarán vigilantes y seguirán de cerca cualquier actuación. “No queremos que se repita lo que sucedió en el cine Andalucía, con personal sin protección ni medidas”, aseguró. El del Astoria no será ni mucho menos un derribo al uso.