Las últimas lluvias han aliviado ligeramente la grave situación de sequía en Málaga, pero han sido “insuficientes”. Hay poca agua y la poca que hay se tira. Un informe de la Diputación ha detectado 452 fugas en las redes de 74 ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes, son datos “preocupantes”, ha reconocido el presidente, Francisco Salado.
Cada minuto que pasa la provincia pierde “muchísima” agua. La institución supramunicipal ha analizado 74 municipios y en “casi todos” se han detectado fugas o un uso fraudulento del agua. Gota a gota, al día se pierden 20.500 metros cúbicos, a lo largo del año suponen 7,45 hectómetros cúbicos de agua menos, cantidad con la que se podría abastecer a 100.000 vecinos.
Los caudales mínimos nocturnos registrados llegan a suponer más del 50 por ciento del agua regulada en los depósitos de almacenamiento: “Hay muy pocos casos en los que los caudales mínimos son cero”. Esto se debe a las 452 fugas contabilizadas en los pueblos. Algunas están en la red, otras en las acometidas o en los collarines, e incluso en el interior de viviendas. También se han confirmado tomas fraudulentas del agua, con la ausencia, por ejemplo, de contadores.
Con el estudio en la mano, ahora toca arreglar este grave problema y controlar, además de castigar, los usos fraudulentos. Para frenar el despilfarro, se ha activado un plan de asistencia económica municipal de 17,5 millones de euros para ayudar a los ayuntamientos en las reparaciones y una inversión de 10,6 millones de euros para modernizar y reparar 24 depuradoras de la provincia.
Los alcaldes y alcaldesas de los 103 municipios malagueños tendrán que poner en marcha con este fondo planes de fugas anuales, la reparación inmediata de averías, la renovación de redes en mal estado y la instalación de sistemas de control domiciliario con telelecturas.
Obras en las depuradoras
Una inversión de 10,6 millones de euros para la reparación y modernización de 24 depuradoras que dan servicio a 35.000 habitantes. Unas actuaciones que son “fundamentales para paliar el desgaste que sufren estas infraestructuras”, ha asegurado Salado. “Muchas” de estas depuradoras “no estaban ya funcionando y la depuración no era la mejor”.
El equilibrio medioambiental depende de ello, ha reconocido, insistiendo en que “con aguas limpias y depuradas será más fácil abordar futuros problemas de riego y planificar el desarrollo turístico y urbanístico de los municipios de la provincia”.
Los trabajos ya han empezado en 15 depuradoras, una de ellas es la de Atajate, que es de nueva construcción, cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros. La de Ardales lo hará próximamente y están pendientes de redactar los proyectos de otras ocho (Colmenar, Villanueva de Tapia, Teba, Serrato, Cuevas del Becerro, Parauta, Gaucín y Montecorto). Además, en El Chorro se invertirán 171.000 euros en la redacción del proyecto de un colector.
Las propuestas han sido aprobadas en los ayuntamientos, a los que la Diputación concede las subvenciones. Este programa de actuaciones comenzó a principios del año pasado y la previsión es que todas las obras estén “listas antes de que acabe el 2023”. Las actuaciones, encargadas a Tragsa, consisten en la sustitución, renovación y mejora de equipos y sistemas que se han ido deteriorando.