Luis Muñoz volvió a la titularidad el pasado domingo, jugó 60 minutos y participió de forma directa en el 0-2 definitivo que convirtió Aleix Febas. El capitán, ahora sí, está de vuelta, aunque todavía “no al cien por cien”. En rueda de prensa habló sobre su estado de forma y el de la plantilla, opinó sobre el ostracismo de Antoñín y el toque de atención a Kevin y llamó a filas a la afición para la final del próximo sábado: “Que venga toda nuestra gente. Estoy invitando amigos y familiares para llenar La Rosaleda. Tenemos que darlo todo”.
Esos siete meses de baja ya son historia y cicatrices, pero el ritmo competitivo está por llegar. “Me falta un poco para llegar a mi nivel. La rodilla va perfecta, pero el ritmo no lo tengo. He sido muy cabezón en recuperarme lo más rápido posible”. Reconoce haber forzado en el proceso de recuperación porque es malagueño y malaguista. “Soy de aquí y me pueden un poco las ganas y el corazón de poder competir con el equipo pese a no estar al cien por cien”.
La victoria ante el Tenerife fue clave para la tranquilidad que tiene ahora el grupo, aunque “no hay nada hecho”. “En el hotel estábamos intranquilos, nerviosos. Sabíamos lo que nos jugábamos. Teníamos que ganar como fuera”. Su titularidad la vivió con incertidumbre: “No había competido todavía a tope. Pero me fui encontrando cada vez mejor con el paso de los minutos”.
Sobre Antoñín, apartado de las convocatorias por indisciplina, admitió que ya “hablamos con él en su momento. Le han llovido palos por todos lados. Lo pasado, pasado está. Estamos todos unidos. Él quiere que nosotros ganemos sí o sí". Sobre el bajón de forma de Kevin explicó: "El fútbol moderno no es fácil. Lo mismo que estás arriba, estás abajo. La clave es tener calma. Todos queremos el bien colectivo y el bien individual. Yo pasé por esa situación. Lo más importante es nunca rendirse y seguir luchando", zanjó.