La noticia de 2018 de la violación, por parte de dos policías locales de Estepona, a una joven de 18 años, trascendió a la prensa nacional. Ahora,
la Fiscalía solicita 30 años de prisión para los dos hombres. Una petición que la acusación particular eleva a 33 años, añadiendo a la violación un delito contra la salud pública, ya que la obligaron a consumir cocaína.
La joven, residente en Madrid, se encontraba pasando unos días en la localidad malagueña con una amiga y el novio de esta. Tras una noche de fiesta celebrando el final de los exámenes de selectividad, los tres se montaron en el coche y en el camino fueron interceptados por los dos agentes acusados.
En ningún momento se le hizo al chico prueba de alcholemia, le preguntaron si había bebido y les pidieron un taxi para que los llevaran a su alojamiento. Además, con la excusa de ponerse en contacto al acabar el turno para informar de dónde estaba el coche, pidieron el teléfono a la amiga de la víctima.
A las 6 y media de la mañana, los acusados visitaron el alojamiento de los jóvenes y, según el relato de la Fiscalía, uno de los agentes preguntó:
"Bueno, ¿cómo se empieza una orgía?".
Los policías, aprovechando el estado de embriaguez de la víctima,
comenzaron a desvertirla con el objetivo de preparar unas rayas de cocaína sobre sus pechos mientras la joven intentaba resisterse.
A pesar de los intentos del novio de la amiga por ayudarla, uno de los agentes lo empujó hacia el fondo de la estancia, mientras el otro terminaba de desnudar, a la fuerza, a la víctima.
Tras tumbarla en la barra de la cocina sin oponer resistencia, "debido al estado de shock y de embriaguez en que se encontraba", prepararon varias rayas sobre su cuerpo, momento en el que la amiga, "muy nerviosa, llorando y desbordada" abandonaba la vivienda.
Tras esnifar la cocaína,
intentaron que ella tambien lo hiciera pero ante la negativa de la joven, uno de los agentes untó uno de sus dedos en la droga y lo metió en la boca de la joven.
"Cuántas chicas quisieran estar en tu lugar y liarse con dos policías a la vez", le dijo uno de los agentes antes de comenzar a agredirla sexualmente. Momento en el que el otro polícia, luxando la muñeca del chico, se lo llevó en coche para ir a "coger chocolate".
La amiga que se encontraba en la calle, llamó al 061 con una gran crisis de ansiedad.
Al volver el agente y el chico a la vivienda, se encontraron con los sanitarios, por lo que
el acusado avisó a su compañero e intentaron huir, siendo arrestados por la Policía Nacional.
Cuatro años más tarde, la joven sigue con estrés postraumático y los agentes se enfrentan a una posible condena de 30 años de cárcel cada uno.