Según explicaron fuentes cercanas al caso, los implicados, integrantes de una red organizada dedicada al tráfico de cocaína, pasaron ayer mismo a disposición judicial en Barbate, después de más de un año de investigaciones efectuadas por la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz en colaboración con las sedes de Algeciras y Málaga.
Las pesquisas llevadas a cabo por el Instituto Armado tuvieron, además, como resultado, la intervención de un total de 213 kilogramos de cocaína en cinco decomisos efectuados durante los últimos tres meses.
Fuentes penitenciarias indicaron que, pese a que la mayoría de actuaciones integradas en esta operación tuvieron lugar en el Campo de Gibraltar, no se había producido ningún ingreso en relación a esta causa en el centro penitenciario de Botafuegos, y que con toda probabilidad los reos habrían sido enviados preventivamente a la cárcel de Puerto II en El Puerto de Santa María.
Se da la circunstancia de que de entre las 24 personas arrestadas durante el transcurso de la operación, adelantada ya ayer por EL FARO INFORMACIÓN, 12 son trabajadores del Puerto de Algeciras encargados de diversas actividades dentro del muelle.
La organización desarticulada por la Guardia Civil garantizaba a otros grupos la recepción de la mercancía y su entrega al destinatario final valiéndose de la cobertura que les proporcionaban sus cometidos dentro del puerto, explicaron fuentes oficiales de la Guardia Civil.
Los contenedores en los que se ocultaba la droga venían procedentes de Guayaquil (Ecuador). Una vez que la mercancía, en este caso plátanos, llegaba al puerto algecireño, los trabajadores subcontratados por los narcotraficantes recibían el número de contenedor en el que viajaba y, a cambio de una sustancial suma de dinero, debían garantizar que la droga sería extraída del muelle y entregada a su destinatario una vez fuera de los límites del recinto portuario.
Para efectuar esta actividad ilegal, los empleados utilizaban el procedimiento de gancho perdido, mediante el cual, una vez se descargaban los contenedores en el puerto, los ahora detenidos accedían a su interior tras romper sus precintos, recogiendo la droga y volviendo a cerrar el contenedor, cargado de plátanos, con otro nuevo precinto de similares características que, junto a la droga, iba dentro de los contenedores. Antes, en el puerto de origen, los contenedores se cargaban con mercancía legal, la cual, una vez registrada y con las exigencias legales cubiertas, era sustituida por la droga.
Pesquisas
Al comienzo de las investigaciones, se comenzó a sospechar de varios trabajadores que mantenían contactos frecuentes con personas relacionadas con el mundo del narcotráfico. De hecho, la detención, hace tres meses, de un estibador del Puerto cuando trataba de salir del recinto con 39 kilogramos de cocaína en el maletero de su vehículo incrementó las creencias del Instituto Armado de que había una trama de narcotráfico detrás de las actuaciones sucesivas.
Así, durante la investigación observaron la existencia de toda una organización que, subcontratada por otras, que recibía encargos en los que se le facilitaba el número de contenedor en el que se ocultaba la droga y, a cambio de una sustancial suma de dinero, debía garantizar que la droga sería extraída del muelle y entregada a su destinatario una vez fuera del recinto portuario.
Aunque el modo de operar de la organización es bien conocido por la Guardia Civil, el hecho de que varios de los detenidos trabajaran dentro del puerto dificultaba seriamente la investigación, ya que cuando recibían estos cargamentos, la organización adoptaba todo tipo de precauciones y medidas de contravigilancia.
La culminación de esta macrooperación desarrollada en varias fases tuvo lugar desde las 3.00 horas de la madrugada del pasado martes al miércoles.
Efectivos de la Guardia Civil de Cádiz pertenecientes a la Unidad Orgánica de la Policía Judicial tuvieron conocimiento de que los ahora arrestados esperaban un nuevo cargamento de sustancia estupefaciente procedente de Guayaquil. De este modo, se adoptó un amplio dispositivo en el que tomaron parte las unidades de Algeciras y Málaga, con una mención especial por parte de la Guardia Civil a la Unidad de Resguardo Fiscal del muelle.
Cuando se disponían a abrir el contenedor, efectivos de la Guardia Civil intervinieron rápidamente logrando la intervención de 27 kilogramos de cocaína y la detención de varias de las personas que colaboraban en la apertura del contenedor.
A partir de ese momento, los agentes pusieron en marcha el operativo diseñado al efecto para la detención del total de las 24 personas que pertenecían a la organización.
Inmediatamente después se practicaron siete registros domiciliarios en Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios y Estepona (Málaga), así como en Sotogrande, interviniéndose en ellos más de 42.000 euros en metálico, nueve kilogramos de cocaína, 26 vehículos, móviles, aparatos GPS, escrituras, documentación de constitución de sociedades pantalla con las que la organización contaba en Gibraltar, y, además, herramientas utilizadas para la apertura de los contenedores.
El subdelegado del Gobierno en la provincia, Sebastián Saucedo, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Alfonso Escuer Mur, celebraron en la mañana de ayer en Cádiz una rueda de prensa en la que comentaron algunos detalles sobre la operación desarrollada con la cooperación de la Guardia Civil de Cádiz, Algeciras y Málaga.
Precedente
El pasado 20 de noviembre, este diario se hizo eco, asimismo, de otra incautación de droga, en este caso de un contenedor procedente también de Ecuador en el que se intervino la cantidad de 100 kilogramos de cocaína.
En este caso, la operación fue el resultado de la cooperación de el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y la Guardia Civil, dentro de la Unidad de Análisis de Riesgos (UAR) operante en el puerto algecireño. La detección del contenedor, que llegó procedente de Ecuador, tuvo lugar a la altura del Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto de Algeciras.
En la preceptiva revisión sanitaria que se llevó a cabo sobre la mercancía, en este caso plátanos, se encontraron tres bolsas en la parte superior que resultaron sospechosas de portar una sustancia estupefaciente.
A consecuencia de este hallazgo, desde el SVA dieron parte a agentes de la Guardia Civil y se comprobó que los citados envoltorios llevaban cocaína que a primera vista parecía de una gran pureza, en concreto unos 100 kilogramos de esa sustancia.
En aquella ocasión no se produjo ninguna detención como consecuencia del hallazgo, ya que el procedimiento del gancho perdido supone una gran dificultad para localizar al autor del delito. Sin embargo, y como ha revelado la conclusión de la macrooperación de la Guardia Civil de Cádiz, los responsables de este grupo de narcotraficantes no pudieron eludir, con el tiempo, la investigación efectuada por la Guardia Civil.
El procedimiento del gancho perdido se utiliza también con frecuencia en el contrabando de otros productos como las prendas de vestir falsificados, en los que también se produce la colaboración entre SVA y Guardia Civil.
Coordinadoras
El presidente de la coordinadora contra la droga Alternativas, Francisco Mena, calificó esta operación como “la más importante del año contra la droga”, porque “a diferencia de otras operaciones con gran número de kilogramos incautados, desarticular una banda que se dedicaba a traer cocaína desde Ecuador y con gente del puerto trabajando para ellos es especialmente significativo”.
Tanto Mena como el presidente de la también coordinadora contra la droga Barrio Vivo coincidieron en mostrar su satisfacción por la operación.
Según Mena y Díaz, esta operación viene a poner de manifiesto “la eficacia, la profesionalidad y la minuciosidad que preside la labor de la Guardia Civil y del resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en lo que se refiere a la lucha contra la droga, a pesar de la dificultad que entraña, en muchas ocasiones, dado el complicado entramado mafioso de las redes del narcotráfico”. Asimismo, los presidentes de las dos coordinadoras afirmaron que el hecho de que el operativo se haya llevado a cabo en el puerto ratifica “la denuncia que desde hace años realiza el movimiento asociativo sobre la importancia de las instalaciones portuarias de todo tipo en la entrada de drogas en España”.
Para Mena y Díaz, estas detenciones “demuestran que los narcotraficantes deben desechar la idea de que existe ningún resquicio de impunidad” y además “tranquilizan a la población en cuanto que el problema de la droga sigue siendo uno de los más graves que acucian a la sociedad”.
En cualquier caso, Mena quiso dejar claro que “no podemos generalizar entre los trabajadores del Puerto porque gente corrupta existe en todos lados”, y sugirió que en estos casos deben darse “condenas ejemplares” ante acciones que pueden “dar mala fama a nuestro puerto dentro del mercado español”, finalizó.
