El tiempo en: El Puerto

Jerez

Inmaculada Delgado: "Fui a un juicio sin haber dormido. Había parido una semana antes”

La vicedecana del Colegio de Abogados de Jerez relata un episodio que evidencia la falta de conciliación familiar y laboral en su gremio

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Inmaculada Delgado, vicedecana del Colegio de Abogados. -
  • Esta letrada es la primera que ocupa el cargo del vicedecanato en la historia de esta institución

Inmaculada Delgado despidió 2020 convirtiéndose en la primera mujer que ocupa el cargo de vicedecana en la historia del Colegio de Abogados de Jerez después de tres legislaturas en la junta de gobierno. Aunque nació en Sevilla hace 56 años, lleva toda la vida residiendo en Jerez, donde se crió, estudió y ha desarrollado su carrera profesional. Referente en la formación, es la coordinadora del Máster de Abogacía en esta institución y se siente “muy orgullosa” y “muy agradecida por la confianza que han depositado en ella. “Gracias al voto de mis compañeros soy vicedecana”, señala, para referirse a una responsabilidad  que ya ostentan muchas mujeres en los 83 colegios de abogados de España. De hecho, el de Jerez cuenta actualmente con 192 mujeres colegiadas, lo que supone el 40% de todos los profesionales. También hay más presencia de mujeres ocupando plazas de fiscal y en los grados. ¿Significa esto que haya igualdad en el ejercicio de su profesión?

El gran obstáculo de la mujer en la justicia es no poder interrumpir plazos y suspender juicios por cuidado de hijos”

Delgado tiene claro que la respuesta sigue siendo negativa, y que la mujer tiene todavía mucho que reivindicar en el ámbito de la abogacía para lograr la igualdad profesional, de oportunidades y salarial. Este lunes, 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer, y la vicedecana del Colegio de Abogados cree que cada 8-M debe visibilizar lo que queda por conseguir para  que tengan “las mismas posibilidades” a la hora de desarrollar su carrera profesional. “El 8-M tiene que servir para conseguir más objetivos y si los alcanzásemos, que esta fecha siga ahí para recordar que estuvimos luchando por esos objetivos”, apunta. Unas metas que en la mayoría de los casos en esta y otras profesiones se hacen cuesta arriba por los problemas de conciliación laboral y familiar. “La mayor parte del peso familiar, de la maternidad y de la organización familiar recae en la mujer, y esto lastra a la hora de conseguir mejores perspectivas laborales”. “Yo tampoco culpo al hombre, creo que es algo ancestral, que está en nosotros, aunque sería justo decir que la situación está cambiando. Nos pensamos que no somos buenas madres si no estamos muy pendiente de nuestros hijos a la hora de llevarlos a las actividades extraescolares, al médico...”.

 Unas circunstancias que acaban llenando la mochila de cada vez más responsabilidades que impiden que puedan desarrollar su carrera como querrían  “por ser mujer”. Consciente de todo el trabajo que queda por hacer, una de las propuestas que iba en el programa electoral de su candidatura, y que quieren  trabajar con otros colegios a nivel estatal y de leyes, es la posibilidad de interrumpir plazos procesales y suspender juicio por casos personales y cuidado de hijos, “que es el gran obstáculo que nos encontramos en la justicia” y con el que la mujer se encuentra “totalmente debilitada”. De la misma forma,  es partidaria de que las abogadas puedan acogerse a ayudas en el primer año de vida de sus hijos para ejercer su profesión.

Nunca se ha sentido discriminada en su trabajo, pero sí recuerda un episodio que está segura que habrán sufrido otras colegas, al no poder solicitar la baja materna como en otras profesiones “normales”. “Hacía una semana que había parido y tenía un juicio en la Audiencia Provincial, en Cádiz. No había dormido en toda la noche porque el bebé se despertaba cada cinco minutos, pero no se podía suspender el juicio. Recuerdo que el juez me tuvo que decir seis  o siete veces lo mismo porque yo no sabía lo que me estaba hablando. Sólo pedía a Dios que me diera lucidez”, concluye. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN