Finalmente la vendimia se generalizará a finales de la semana que viene, prácticamente en la misma fecha que la campaña de 2019, pese a que el sector llegó a barajar fechas inusualmente tempranas para comenzar con las labores de recolección. Un extremo que ha sido descartado, independientemente de que, como es habitual, ya se haya procedido a recoger otras variedades de la uva como la chardonnay, que se emplea para la elaboración de vinos blancos. Para la campaña pura y dura habrá que esperar al próximo jueves, aproximadamente, mientras que los pies de cuba se realizarán a comienzos de semana.
A diferencia de otros años en los que Barbadillo -cuya vendimia arranca este lunes- es la más madrugadora de todas, este año las primeras bodegas en romper el hielo han sido Fundador y Grupo Estévez, que han comenzado a mediados de semana con la corta de uva de palomino. Sea como fuere, el 2020 está siendo un año “atípico” y en este caso no hablamos del coronavirus, sino del comportamiento meteorológico después de un otoño y un invierno seco y una primavera lluviosa y calurosa con cambios bruscos de temperatura, lo cual ha influido negativamente en la aparición de problemas de hongos y otras enfermedades que han hecho mucho daño en determinados pagos.
Así lo asegura el presidente de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, quien pese a todo es optimista y augura una campaña que prevé que vaya en la misma línea que 2019 en cuanto a producción. En este sentido, estima que esta pueda rondar los 62 millones de kilos de uva, una cifra ligeramente superior a la del pasado año, cuando se alcanzaron los 57,3 millones de kilos de uva. “Al no haber habido lluvia hay menos racimos, pero son buenos.
Pero este año está siendo atípico, la uva no termina de madurar por completo, el levante de esta semana ha sido bueno para que coja grado”, explica el representante de Asevi. De cara a la nueva normalidad impuesta por la pandemia, en el sector no ven motivo de preocupación por la escasez de personal ante la mecanización de las tareas, dado que la mayoría de la vendimia con cosechadoras. De hecho, para las labores de corte manual el personal estará exento de mascarilla “porque no van agrupados vendimiando, sino por líneas y la anchura de la línea es de 2,40 metros”. Un alivio para estos trabajadores, pues con las altas temperaturas con las que afrontan estas labores y la mascarilla “acabarían ahogándose”. Independientemente de estas situaciones, se tomarán “todas las precauciones” a la hora de intensificar la higiene con el lavado de mano o cuando terminen la jornada y se tomen el bocadillo.
En la reunión del pasado martes en la cooperativa de Las Angustias se dejó muy claro este asunto: nada de corrillos y de entretenerse bajándose de los tractores en la ruta de entrega de la uva al final de cada jornada, además de seguir expresamente las instrucciones: todos deberán ir provistos de mascarilla y debido a la situación excepcional del Covid hay cambios en los accesos a la cooperativa para garantizar que no se formen aglomeraciones. La entrada se hará por la puerta trasera, y las puertas se abrirán a las siete de la mañana y se cerrarán a las seis de la tarde. Un horario que van a cumplir a rajatabla a fin de evitar la concentración de remolques.
El compromiso de la cooperativa jerezana con la seguridad y la prevención para evitar contagios se puso de manifiesto en las condiciones en la que se desarrolló la propia asamblea anual del martes, en la que se limitó la entrada a un único socio, y que se desarrolló en el patio y no en el interior como es habitual. A la entrada, se les tomaba la temperatura a cada socio y se les hacía entrega de una mascarilla y de gel hidroalcohólico, así como de un catavino y una botella de vino como obsequio al haberse suprimido la convivencia posterior que solían hacer tras la celebración de la reunión, en la que se aprobaron las cuentas del año y se informó sobre la campaña de la vendimia de 2020.
Una vez dentro, cada uno iba tomando asiento las distintas hileras de sillas en las que se guardaba la correspondiente distancia de seguridad entre los asistentes, pues llegaron a congregarse en torno a un centenar. Todo transcurrió con normalidad, la misma que todos esperan que ahora sea la tónica predominante en la inminente nueva campaña de la vendimia.