Apostar por la autoedición en la música es un mecanismo cada vez más recurrente entre los artistas que no quieren verse condicionados por las tendencias y exigencias de la industria. Es la opción que por tercera vez va a elegir el compositor y cantautor de música indie jerezano Pablo Petidier, al que la pandemia del covid-19 no le ha frenado las ganas de seguir dedicándose a su gran pasión.
El artista lleva más de doce años en activo en la escena jerezana siendo miembro de la banda de punk rock The Mexican Sugar Skulls y del grupo de indie rock We're not Surfers, del que continúa formando parte. Además, ha compaginado su papel en ambos grupos, con el de songwriter y músico en sus dos trabajos en solitario: Sprouted from The Pieces (2016) y Second Grace (2017). En ambos, producidos y grabados en Jerez, se nota ya esa influencia de los grandes discos de rock inglés de los años 90 que lo encandilaron desde adolescente. De hecho, en sus canciones se pueden apreciar desde coros al estilo The Beach Boys hasta guitarras distorsionadas y potentes dignas de algún disco de Nirvana. “Con mi música intento ofrecer algo personal e íntimo, algo auténtico. Pretendo que el oyente se sienta identificado con las letras y le guste el sonido”, explica.
Por motivos laborales – se dedica al sector del turismo-, su próximo trabajo en solitario llegará tres años más tarde que el anterior. “En un principio quería hacer una sesión en directo que fuera grabada en vídeo. Tenía decidido que los gastos fueran sufragados con una campaña de crowfunding”. Sin embargo, el inicio de la campaña coincidió con la declaración del Estado de Alarma. Fue entonces cuando el músico se planteó otro objetivo. “Era muy complicado encontrar financiación para esa grabación por que el contenido iba a destinarse a eventos como festivales y conciertos, que finalmente no se van a poder celebrar. Así que decidí que con el dinero que recaudara podía pagar los gastos que conlleva la producción, grabación y publicación de mi tercer trabajo. Mi intención es que salga antes de que finalice el año. Será de una temática diferente a la de Second Grace, un álbum más conceptual, menos power pop”, explica el jerezano que, aun así, no descarta retomar la grabación en vivo de sus temas.
Petidier se ha iniciado de esta manera en el micromecenazgo en el que se basa una buena parte de la música independiente. “No hay una inversión más auténtica en cultura que las campañas de crowdfunding”, asegura el compositor que lanzó la suya el pasado cinco de junio con finalización el próximo 15 de julio. La plataforma elegida es Verkami donde él mismo ha establecido diferentes cantidades para que los mecenas puedan aportar según cada bolsillo. Donaciones que van desde los cinco euros como mínimo hasta los 60 euros. Cuanto más alta es la cantidad, mayores son las recompensas que están compuestas por merchandising – camisetas y tote bags serigrafiados- del segundo disco de Petidier, discografía digital y en formato físico de sus anteriores trabajos o por la aparición del nombre del mecenas en los créditos del nuevo disco.
Lo que tiene claro el jerezano es que volverá a contar con los profesionales que ya le acompañaron en sus anteriores trabajos. Volverá a grabar en Estudio 79, en la calle Caracuel, de la mano de Rafa Camisón y confiará de nuevo el diseño gráfico de su trabajo a Jesús Gutiérrez, Gotu. “Me rodeo de gente que hacen lo que yo quiero en mi ciudad y si funciona no tengo necesidad de buscarlo fuera”.
“Con mi música y con este proyecto quiero hacer ver que existe en Jerez, en paralelo al flamenco, una escena musical alternativa e independiente muy potente. Esto no solo lo hago yo, aquí hay gente muy buena y tenemos que darlo a conocer”, confiesa. Para ello, busca ahora más que nunca la ayuda de todos aquellos que creen en la música libre e independiente que se hace en la provincia de Cádiz. “Hay que valorar las cosas que se hacen desde el corazón y aquí hay mucho de eso”.
Más del 50%
A cierre de esta entrevista lleva ya más del 50% de la cantidad fijada– más de 1.000 euros de 2.200-. “Hay personas que me han dicho que lo que estoy haciendo es casi un suicidio, pero por el momento me está yendo bien y estoy satisfecho”, asegura consciente de que su proyecto se enmarca en una crisis económica derivada del coronavirus.
