La Junta de Andalucía considera que las molestias provocadas al vecindario por los menores acogidos en el centro de la calle de la calle Ávila tienen carácter puntual, asegurándose que las instalaciones fueron objeto de una inspección satisfactoria el pasado jueves apenas unas horas antes de que se produjeran los últimos hechos denunciados por los vecinos.
Fuentes de la Administración autonómica aseguraron este lunes que en el centro se realizan inspecciones periódicas para comprobar su funcionamiento y el grado de cumplimiento de sus objetivos, sin que hasta ahora se haya apreciado ningún tipo de anomalía.
Sí se admite que el pasado jueves un par de menores acogidos en el centro no regresaron al mismo por diferentes motivos. Cuando finalmente lo hicieron, por separado, uno de ellos se presentó acompañado de una joven ajena al centro, un hecho que finalmente derivó en un enfrentamiento verbal con los monitores que atienden el centro.
De hecho, fue desde el mismo centro desde el que se alertó al Cuerpo Nacional de Policía de lo que estaba ocurriendo, haciendo acto de presencia para tratar de preservar la seguridad.
Inserción sociolaboral
Las antiguas dependencias del hotel Ávila prestaron servicio hasta finales de marzo como centro de emergencias y primera acogida a menores inmigrantes.
A partir de abril se ha reducido de 70 a 50 el número de plazas y se ha dotado al centro de un nuevo contenido, al tener como objetivo la inserción sociolaboral de estos menores.
Desde la Junta se asegura que de manera regular “hay inspecciones y controles” y que se ponen los medios necesarios para facilitar el desarrollo de programas de inserción sociolaboral.
A la Administración autonómica no le consta que en los últimos meses se hayan producido fricciones entre los menores acogidos y los vecinos del entorno de estas céntricas instalaciones.
