Cuando aún no se ha apagado el fuego de la emoción, la entrega, la pasión de una tarde inolvidable de Juan José Padilla en su despedida de España en el coso de La Misericordia de Zaragoza, el Ciclón de Jerez prepara su vuelta a los ruedos de Hispanoamérica en un circuito de seis corridas en las principales plazas. En este mes de noviembre tiene contratadas cuatro corridas de toros. Comenzará en Morelia el día 4, seguirá en Tlascala el 10, Guadalajara el 11, las tres en el Estado de México. En Lima (Perú) en el legendario coso de Acho, actuará el 18, también de noviembre, para volver a tierras mexicanas el día 2 de diciembre en Mérida. La despedida de los ruedos será el 16 de diciembre en el Monumental coso de Insurgentes, la plaza mas grande del mundo, volviendo a España. Esta es la programación cerrada de Juan José, tan querido, admirado, respetado y consentido, como se dice allá. Es intención del torero no vestirse de luces en 2019, cerrando un capítulo de una dura carrera profesional, hecha a golpe de bisturí con 39 cornadas en el cuerpo de ellas siete muy graves como que la de Huesca, que le destrozó el duodeno, Pamplona, Zaragoza, donde estuvo 11 horas en una intervención muy complicada.
Tras la gravísima cornada de Zaragoza hace cinco años, reapareció, habiendo llegado a torear mas de quinientas corridas. Se impuso la recuperación física, con voluntad, tenacidad, disciplina. Como el mismo dice,” tengo motivos suficientes para sonreír en la vida.No tengo motivos para quejarme de nada. Le he dado todo por el toro, mi pasión y mi vida”. Tiene un reconocimiento muy profundo para los médicos, fisioterapeutas, logopedas, que le hicieron que volviera a la cara del toro y poder entregarse en cuerpo y alma, para torear tantas corridas Nunca ha querido defraudar.
El último brindis de su actuación en España, fue para sus hijos Paloma y Martin, que estaban en una barrera y que hizo extensivo a su esposa que se quedó en el hotel. Juan José cuenta en los 25 años años de alternativa nunca les había brindado un toro, comentando “he aprendido mucho de ellos por el cariño que me han dado. Por ello ese brindis ha sido compartido con su madre, la que nos cuida y tanto la queremos “. El torero ha regalado el terno blanco manchado de sangre y sudor, porque no he querido lavarlo y que vistió la ultima tarde de Zaragoza a su hija Paloma. El capote de paseo con el que hizo el paseíllo esa tarde, que lleva bordado la imagen de San Martín de Porres, a su hijo Martín. La cabeza del último de nombre Tortolito de Núñez del Cuvillo, mandó cortarla para tenerla en su casa de Sanlúcar al lado de otras que le han tardes de gloria y que le han ayudado escribir una de las páginas mas gloriosas de la Tauromaquia
Hace unos días ha participado en el II Congreso Internacional de Tauromaquia celebrado en Murcia, donde ha tenido unas intervenciones emocionantes y sinceras. Recordando a su maestro Rafael Ortega, que lo acogió desde niño como un hijo suyo. Tuvo tiempo para estar junto a los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la región murciana, observando las evoluciones de los chavales e improvisando una clase magistral, dejando una frase muy certera “ el verdadero valor está en afrontar la vida como viene”
De vuelta a casa ha cumplido con su tradición. Con una visita obligada a la Virgen del Rocío en acción de gracias por la temporada que ha finalizado con la despedida. Cumpliendo esta promesa lleva 27 años.