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“El Señor del Prendimiento se ha repolicromado dos veces”

rancisco García Brenes detalla la intervención de la que ha sido objeto el Señor del Prendimiento, que no ha afectado a su apariencia externa

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La Hermandad del Prendimiento celebraba este pasado miércoles una eucaristía de acción de gracias tras la reposición al culto de su titular, que como se sabe ha sido restaurado por Ressur bajo la dirección técnica de Francisco García Brenes. Se ha tratado de una intervención “meramente conservadora” porque la cofradía decidió en cabildo extraordinario que no se alterara la apariencia externa de la imagen. Sin embargo, ello no ha impedido que el taller haya realizado los “estudios pertinentes” sobre la policromía.  

“Se recogieron muestras y se remitieron a Madrid, al laboratorio con el que habitualmente trabajamos, y gracias a ese trabajo se han detectado dos repolicromados superpuestos. Además, la imagen que hoy vemos está alterada superficialmente porque está cubierta con una pátina artificial moderna que insinúa la huella de la piel humana. Alguien, con la policromía semihúmeda o en estado mordiente, ha tamponado con el dedo para simular la piel humana. Se ha hecho con un material reciente y una técnica al agua que es totalmente reversible”, explica García Brenes, que de igual modo aclara que cuando se refiere a una intervención “reciente” alude a “finales del siglo XIX o principios del XX”.

A pesar de ello, la hermandad ha optado por conservar la apariencia actual de la imagen, a sabiendas de que no es la original, una postura que el restaurador respeta e incluso comparte dado el carácter devocional de este tipo de obras. “Creo que la hermandad no ha adoptado una mala decisión, porque estamos hablando de una imagen que tiene mucha devoción detrás y a la gente le chocaría encontrar algo diferente a lo que está acostumbrada”, aclara.

Desde el punto de vista estrictamente profesional, García Brenes entiende que la imagen “requiere de una limpieza”, porque además de esos dos repolicromados que ocultan su aspecto original “tiene humo de velas acumulado, exposición a unos inciensos que suelen ser muy grasos y barnices de gran grosor”. Debajo de todo ello, como ya se ha dicho, “una policromía de calidad que se podría recuperar” pero que, eso sí, supondría alterar la apariencia externa del Señor del Prendimiento.

“Si se estuviera hablando de una imagen expuesta en un museo, es indudable que habría que tratar de recuperar su aspecto original, pero hablamos de una imagen que se encuentra al culto y el aspecto devocional se une a los valores estéticos y plásticos. En esa imagen hay montones de oraciones durante siglos y detrás de ella hay personas que esperan ver a su Cristo con el aspecto con el que siempre lo han conocido”, añade.

Al no haber intervenido sobre la policromía, la apariencia externa del Señor del Prendimiento “es la misma” que tenía antes de acometerse la intervención. “Sólo se ha entonado el tono de la suciedad allí donde era imprescindible, pero el aspecto es idéntico al que tenía antes y no se le puede apreciar ninguna diferencia”, apostilla.

Consolidación de la cabeza
En estos dos meses sí se han solventado los problemas estructurales que tenía la imagen. “Habíamos observado que se estaba separando la mascarilla y que tenía desgastes importantes en las muñecas o en la peana, dándose varias circunstancias que aconsejaban la intervención”, recuerda. En la cabeza aparecieron grietas “de hasta 30 centímetros de profundidad”, que si bien no precisaban de una actuación “urgente” sí aconsejaban intervenir lo antes posible. “Es como cuando tienes una herida abierta y sabes que por ahí puede venir cualquier infección. En este caso, por esas grietas podía entrar polvo, humedad...”, explica.
En estas últimas semanas se ha procedido por tanto a consolidar todo el sistema estructural, colocando tres nuevas espigas en la parte posterior del cráneo con idea de garantizar su fijación. Además, se ha aplicado un tratamiento de desinsectación preventivo, porque si bien la imagen no estaba siendo objeto de ningún ataque en estos momentos “sí lo había sido” a lo largo del tiempo.

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