La Parroquia de Fátima, enclavada entre La Constancia y la barriada de España cumple sus primeros cincuenta años de existencia y, con tal motivo, han comenzado una serie de actos conmemorativos que finalizarán el próximo mes de diciembre.
La primera cita fue el pasado día 6 con la celebración de un  Pontifical conmemorativo del aniversario presidido por el obispo diocesano, José Mazuelos Pérez, tras la cual se inauguró un monumento dedicado a la Virgen de Fátima. El próximo día 20 de este mismo mes se llevará a cabo una peregrinación urbana a la basílica de La Merced, Patrona de Jerez, y el 4 de octubre habrá  una velada dedicada a Cáritas, y el día 11, otra actividad organizada por el grupo scout de la parroquia denominada  Juegos de Ciudad . En octubre habrá más convocatorias, el día 18 con una rosario de la aurora misionero y el 25 una prueba popular denominada  Carrera Oficial . Noviembre se abrirá con la misa parroquial de difuntos a lo que seguirá, el viernes 14, una conferencia cargo de Eduardo Velo, hermano mayor de la hermandad de Loreto, que contará la historia de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima. Este mes se cerrará con la presentación del libro titulado  Motivo de fe , escrito por Antonio Herrera-Picazo. Del 5 al 8 de diciembre estará abierta una exposición de fotografías y documentos históricos de la institución parroquial. El día 6 tendrá lugar la zambomba de la hermandad de La Paz y un día después será la misa de acción gracias por los cincuenta años de la parroquia, siendo la culminación del programa el día 20 con un concierto navideño.
 
a modo de historia
Entre enero y febrero de 1957 se celebraban en Jerez las Santas Misiones , y como parte de la misma, se instaló una caseta de lona en la Plaza de España. Al término de las Misiones los vecinos del barrio solicitaron que no se desmontase la caseta y que en ella se siguiese prestando asistencia religiosa, como iglesia filial de la parroquia de San Pedro, a la cual pertenecía la feligresía de La Constancia y Barriada España. A este primer lugar de culto se le conoció cariñosamente entre los vecinos, con el sobrenombre de “La Catedral de Lona”. Al cabo de varios meses se decidió cambiar de ubicación, para lo que se alquiló un local destinado originalmente a almacén de materiales de construcción situado en la propia barriada de España. Esta nueva capilla, que sería conocida en la feligresía como “El Santo Garaje” fue bendecida el 16 de marzo de 1958. Era un edificio de planta baja, amplio, pero sin las condiciones necesarias para poder atender debidamente al culto y la asistencia de la feligresía, lo que hacía cada vez más imperiosa la necesidad de poseer un templo apropiado.
Fue el  21 de mayo de 1964 cuando se otorgó acta constitucional de creación de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima. La entrada en servicio de la nueva parroquia sería el 5 de septiembre del mismo año en ese mismo Santo Garaje, ya que la primera piedra del futuro nuevo templo no sería colocada hasta el día 9 de mayo de 1966, iniciándose su construcción bajo la dirección del arquitecto Fernando de la Cuadra e Irízar, quien fuera arquitecto municipal de Jerez desde 1935 a 1971. Las obras, que duraron catorce meses, fueron ejecutadas con la financiación aportada por la Junta Pro-Templos, siendo el coste total de las mismas unos cuatro millones de las pesetas de aquellos años. Con posterioridad a la construcción del edificio de la iglesia, el Cardenal Arzobispo de Sevilla,  doctor Bueno Monreal - Jerez pertenecía a la Archidiócesis de Sevilla por aquel entonces-  colocó  la primera piedra de lo que posteriormente sería la casa parroquial.

Consagración del  templo
A las 20 horas del sábado 25 de abril de 1967 dio comienzo la inauguración y bendición del nuevo templo parroquial de Nuestra Señora de Fátima, con una misa  celebrada por José María Cirarda Lachiondo, Obispo auxiliar   con residencia en nuestra ciudad.  Javier López de Carrizosa, teniente alcalde, en representación del alcalde;   Álvaro Domecq y Díez, presidente de la Diputación Provincial;  Manuel Abad Fajardo, primer párroco; Buenaventura Sánchez Falcón, actual párroco y primer coadjutor; José Rodríguez, párroco de la de San Pedro y teniente arcipreste de la ciudad;  Antonio Gómez Villalobos, Presidente de la Universidad de Curas Párrocos; Lino Muñoz, maestro de ceremonias fueron algunas de las autoridades civiles y eclesiásticas presentes en este acto histórico, al que se unieron igualmente la escolanía de novicios del Carmen, dirigidos por el  padre Gaspar Muñoz;  representantes de la  Junta Pro-templos y de de la  Junta Parroquial.

Párrocos   
Manuel Abad Fajardo fue el primer párroco. Estuvo desde septiembre de 1964, aún en el garaje, hasta el 30 de noviembre de 1968. En aquella época llegó a poner en marcha un equipo de fútbol de base llamado Fátima Sporting Club.
Posteriormente llegaría Antonio González Montaño, que estuvo en la parroquia casi nueve años, desde el 30 de noviembre de 1968 al 16 de septiembre de 1977; poco más de dos años estuvo Isidoro Gálvez Rodríguez, y el 17 de noviembre de 1979 regresaría a Fátima, Buenaventura Sánchez Falcón, coadjutor de Manuel Abad, primer párroco, y que llegaba después de haber estado al frente de la parroquia de Santa Ana. Ya se van a cumplir treinta y cinco años de la llegada de Buenaventura a la parroquia. Curiosamente llegaba de la barriada de La Plata, una barriada como La Constancia que se erigió en los comienzos de los años 50 cuando Jerez comenzaba a expandirse. Distinto es el caso de la barriada España, también en la collación parroquial de Fátima, que comenzó su contrucción a comienzos del siglo XX, siendo quizá la primera construcción de casas que se realizaba en nuestra ciudad fuera de extramuros.
El nacimiento de Fátima prácticamente coincidió en el tiempo con la creación de La Constancia, una barriada que se llenó de familias de personal que trabajaba  en las diferentes bodegas de nuestra ciudad.

 

Aquí estará hasta que Dios quiera

“Esta efemérides la vivo con mucha ilusión. Es un acontecimiento celebrar el cincuentenario de la parroquia, sobre todo cuando yo estuve inmerso en los momentos de su creación. Estoy vinculado a ella desde casi siempre, con algunos intervalos. Llegué en el año 60 cuando aún no era parroquia y dependíamos de San Pedro. Asistíamos espiritualmente en el Santo Garaje, Luego ya se hizo el decreto de creación de la parroquia. Estuve unos cuantos años de coadjutor y luego me fue de párroco a Santa Ana, a San Mateo, de vuelta a Santa Ana y desde el año 79 estoy aquí”, comenta el párroco Buenaventura Sánchez Falcón, que dice que “la feligresía es muy amables, muy sencilla, la realidad es que aquí no hay grandes problemas. Se sigue el ritmo religioso, se ofrecen todos los cultos se que se pueden y se ayuda todo lo que podemos. La verdad es que es un feligresía tranquila, con gente muy cordial”.
Lo que echa de menos el párroco es que “siempre he tenido compañeros que me han ayudado en esta misión que se me ha encomendado, pero ahora estoy muy solo. Faltan vocaciones, no hay sacerdotes y esto me ata mucho, pero desempeño mi trabajo con ganas, con ilusión, con alegría y aquí estará mientras Dios quiera que esté”.
Está rodeado de asociaciones, la última la Hermandad de la Paz que “me ayuda en todo lo que puede y han trabajado mucho en la celebración del Pontifical que se hizo en el centro de la feligresía, en la plaza España”.

Payán : "Ha sido el faro que ha guiado el barrio"

La vida religiosa de La Constancia ha estado unida también al ámbito social, con personas que lo han dado todo por el barrio desde sus puestos en las asociaciones como Francisco Flores o Juan Miguel Payán. Payán ha tenido desde siempre una estrechísima relación con una parroquia en la que entró de monaguillo y lideró el movimiento Scout. Presidente de la Asociación de Vecinos recuerda con entusiasmo “el Centro Misional, la Juventud Parroquial de Fátima, cuando llegó Julián Gutiérrez como coadjutor, el bar de la parroquia..., sin duda la Parroquia ha sido el faro del barrio en todos los aspectos. En el aspecto religioso lógicamente, en el social, en el de compromiso de trabajo, en la implicación en el desarollo de la familia. Ha habido múltiples movimientos y el último, a nivel asociativo, ha sido el nacimiento de la Hermandad,  La Paz de Fátima, que ha venido a dotar de frescura a la feligresía. Acción Católica, Cursillos de Cristiandad, Cáritas Parroquiales que ha sido un trampolín para colaborar no solo con las necesidades de nuestro entorno parroquial sino con las de otros barrios”.
Hablando de esa implicación a Juan Miguel Payán no se le olvidan los “grupos infantiles y sus padres, pagando la cuota familiar. Fátima fue la primera parroquia que impuso la cuota familiar”.
Párrocos ha conocido Payán desde Manuel Abad “que estuvo muy poquito tiempo con nosotros” hasta Buenaventura que “es uno de los nombres que necesariamente hay que recordar por su gran impulso desde que llegó y por su continuidad al frente de la parroquia ya que lleva treinta y cinco años con nosotros y también estuvo de coadjutor en el nacimiento de la misma”:
No quería Payán olvidarse de otro párroco como “don Antonio que fue quien de verdad impulsó todas las actividades. Llegó después del primer párroco y fue el que dinamizó la vida parroquial en aquellos finales de los años 60”.
La vinculación de la parroquia con el barrio ha sido total. Recuerda Payán y algunos vecinos aquella Juventud de Fátima que fue alma y vida de la zona en los finales de los 60 y comienzos de los 70. De allí salieron matrimonios, salieron amistades que perduran en el tiempo, salieron experiencias de convivencia y solidaridad que luego han servido para que la vida parroquial haya sido constante y se haya visto arropada por una feligresía que es fiel y que ha terminado desembocando también en la creación de la Hermandad de La Paz.