Los zapadores utilizaron taladros neumáticos para ampliar una sección del túnel-depósito de municiones Fosse Way, una de las zonas militares más secretas y sensibles del Peñón.
Más de 35 millas (56 kilómetros) de túneles y emplazamiento de cañones han sido tallados en la roca caliza durante siglos, convirtiendo a Gibraltar en una formidable fortaleza.
Antes de esta semana, la última obra de los ingenieros militares en el Peñón, data de 1966, cuando finalizaron el túnel conocido como Mole´s End Way. El mayor Sean Matten, ha sido el Ingeniero Real encargado del equipo de 50 hombres, quienes han tenido que realizar el trabajo a mano ya que las voladuras eran impensables al hallarse en el interior de un depósito de municiones.
La mayoría de los zapadores que han trabajado en el proyecto eran novatos en obras de demolición, por lo que los trabajos han supuesto una valiosa experiencia para su trabajo.
El mayor Matten, cuyo padre también pasara una temporada en el Peñón trabajando como Royal Engineer en los años 70, aseguró que sus hombres se divirtieron con el proyecto a pesar de ser arriesgado en algunas de sus fases. Para Matten y su equipo esta última obra ha sacado a la luz nuevamente el profundo y rico patrimonio de su Regimiento. Desde los túneles del Gran Asedio hasta King´s Bastión, los ingenieros militares fueron responsables de la mayoría de la arquitectura más emblemática del Peñón.