Humildad y Paciencia podría integrarse estos días en la nómina del Martes Santo

La Hermandad de Humildad y Paciencia está muy cerca de integrarse en la nómina de aquellas que hacen estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la jornada del Martes Santo. Su hermano mayor, José Manuel Bellido, admitió este pasado martes en el programa Luz de Pasión, que emite semanalmente Ondaluz Jerez, haber recibido un escrito de la Delegación diocesana de Hermandades y Cofradías solicitando petición formal del cabildo de hermanos para procesionar al primer templo de la ciudad en 2014.
Ni que decir tiene que la invitación cursada desde Bertemati va a precipitar unos acontecimientos que por otra parte no han pillado a nadie por sorpresa, toda vez que la Hermandad de Humildad y Paciencia venía haciendo estación de penitencia en la noche del Sábado de Pasión desde 2008. Son seis años por tanto los que la cofradía ha procesionado como tal en esta jornada de vísperas, traspasando esa frontera de los cinco que parecen abrir la puerta de la Carrera Oficial.
Los hermanos de la corporación radicada en la iglesia de la Santísima Trinidad deben ser llamados a cabildo ordinario de cierre de curso en estos próximos días. La intención es que seguidamente se celebre el preceptivo cabildo extraordinario que vendrá a dar carta de naturaleza a esa petición formal que ha sido solicitada desde el Obispado.
A partir de ahí, y “por eliminación”, defenderá ante el Consejo local de la Unión de Hermandades su incorporación a la jornada del Martes Santo, la menos cargada de cofradías de la Semana Mayor. El deseo inicial de la hermandad era procesionar el Jueves Santo. Sin embargo, esta intención choca con la celebración de los Sagrados Oficios por parte de la comunidad de religiosas que regenta el templo que le sirve de sede. El resto de jornadas ha sido también descartado por diversos motivos.
La corporación está además a punto de estrenar su casa de hermandad, que ocupará un antiguo local hostelero de la calle Medina; teniendo también previsto realizar reformas en su único paso para ampliar la mesa sobre la que se asienta el Señor.