La Fundación Dos Orillas de cooperación internacional hizo efectiva ayer su colaboración con el Festival de Cine Africano de Tarifa con la firma de un convenio por el que el certamen tarifeño se extenderá a través de la provincia y por el norte de Marruecos.

La firma de este acuerdo incluye la introducción en el certamen de la entidad sin ánimo de lucro Cinéma Numérique Ambulant (CNA), que lleva a cabo más de 200 sesiones en aldeas africanas, así como del proyecto cinematográfico Cine Nómada de las Dos Orillas. Esta última iniciativa planea proyectar una selección de películas de la programación oficial del festival desde tres días antes del inicio del festival, que se inaugura el 22 de mayo, y hasta el 29 de mayo, día previo a la clausura del certamen. La directora del Festival de Cine Internacional Africano de Tarifa, María Elena Cisneros, adelantó que el festival podría suponer una inversión de unos 600.000 euros, y que gracias al convenio firmado ayer expandirá sus fronteras “creando un vínculo, a través de nuestra cultura, con el cine africano”. La firmante por parte de Dos Orillas fue su vicepresidenta y diputada Paola Moreno.

Las proyecciones vendrán acompañadas de un estudio de fotografía ambulante en nueve municipios: los siete del Campo de Gibraltar (Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios, Tarifa, Jimena y Castellar) más Arcos y Benalup-Casas Viejas, así como en Tánger y Tetuán. De este modo, vecinos de las localidades donde recalará la asociación CNA serán retratados de forma gratuita por dos fotógrafos sobre un fondo blanco. Cada persona elegirá el fondo de un archivo fílmico, al más puro estilo de fotografía africana y de estudio tradicional.

Posteriormente, se digitalizará y fundirán el retrato realizado con el fondo escogido cada persona.En el proyecto se han involucrado a colegios e instituciones, entre ellas los institutos Cervantes de Tánger y Tetuán, y también los respectivos ayuntamientos.

Objetivos
Según indicó Cisneros, la iniciativa pretende la consecución de varios objetivos: por una parte, involucrar a varios municipios en el proyecto del Festival, llevando un cine de tan difícil acceso como es el africano al mayor número de espectadores posible. En Marruecos, además de buscar esta finalidad, se pretende formar a equipos locales de manera que, al término del proyecto, continúen con la labor de llevar la imagen en movimiento a zonas sin energía eléctrica que no tengan acceso al cine.