A la vuelta de Reyes, los niños suelen llevar sus regalos a clase para enseñarlos a los amigos
Nada puede hacer más ilusión a un niño que comenzar a disfrutar de sus regalos de reyes, y si es en compañía de sus amigos de clase, la experiencia puede llegar a ser el doble de gratificante, e incluso inculcarle valores educativos.
Todos hemos vivido ese día de la vuelta al cole tras la jornada de Reyes. Con los años, la costumbre ha ido mermando, hasta el punto de que sólo unos pocos niños llevan sus juguetes. Los padres, temerosos de un accidente fortuito o un extravío, y los docentes, pendientes siempre de que unos no echen a faltar lo que otros puedan haber adquirido, piensan en fórmulas que puedan satisfacer a todos.
En el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Santa Teresa, de Algeciras, como en otros centros, han decidido institucionalizar esta práctica e integrarla en su programa de actividades.
Las nueve aulas de Educación Infantil, que suman 225 niños, han puesto en práctica una jornada especial, la Unidad del Juguete, durante la que realizan lo que llaman una asamblea infantil.
El día después de Reyes, los padres reciben una escueta nota en la que se les solicita que sus hijos lleven uno de sus regalos a clase. Eso sí, siguiendo unas normas muy estrictas: nada de juguetes bélicos, para que los niños compartan valores positivos; tampoco está permitido participar con juguetes de piezas pequeñas o frágiles, por el daño que pueda producir su pérdida o ruptura.
Los niños leen un cuento sobre otros menores que disfrutan e intercambian sus juguetes en un parque, y luego todos se sientan en el suelo, celebrando una asamblea, en la que los pequeños se ponen delante de sus compañeros y pronuncian aquello de: “¡Hola! Os presento a mi juguete”.
A partir de ahí, la imaginación y el entusiasmo hacen lo suyo, contando la historia de cómo sorprendieron al rey mago les dejó el regalo o de cuáles son las magníficas cualidades de su flamante juguete.
Objetivos
La tentación de disfrutar en soledad del premio recibido puja, en muchas ocasiones, con el deseo de darlo a conocer a los demás y hacer a estos partícipes del momento. Esto segundo es lo que se persigue incitando a los niños a enseñar sus juguetes, compartirlos y aprender a dejarlos al cuidado de otros. En el CEIP Santa Teresa llevan más de 10 años llevando esto a la práctica con resultados muy positivos.
La tutora del curso de Infantil 3 años B del centro, Pepi Jiménez, manifestó que “después de dos semanas de vacaciones, es un poco duro volver a la rutina de las clases. Por eso, pedimos a sus padres que les dejen llevar un juguete. Así rompen el hielo y aprenden a compartir sus cosas”. Los niños valoran mucho jornadas como esta, máxime cuando el resto de días tienen prohibido llevar juguetes al colegio.