Queda apenas una semana para que comience el
Festival de Jerez y
su directora, Isamay Benavente (La Línea de la Concepción, 1965), afronta con entusiasmo una edición pos pandemia en la que se alcanzará el cien por cien de ocupación en los cursos. Comenta aspectos sobre el Museo de Lola Flores y la programación de la Fiesta de la Bulería
Parece que la pandemia no ha podido con el Festival de Jerez…
–Han sido años duros y estamos muy contentos porque podemos decir que hemos superado esa etapa. Este año sí que es la edición del rencuentro, se nota en los cursos y en la venta de entradas. Estamos viendo una respuesta masiva y creo que por fin dejamos atrás las limitaciones y miedos.
Veintisiete ediciones ya y la programación sigue siendo potente, ¿complicado mantener el ritmo?
–Este Festival ya disfruta de la tercera generación de baile. Si en sus orígenes contábamos con la presencia de maestros como Matilde Coral, Mario Maya, Manolete, El Güito, Blanca del Rey y hasta Granero, ahora nos encontramos con nombres como María Moreno, Patricia Guerrero o Rocío Molina. Y entre ambas, todavía tenemos el honor de contar con la madurez de María Pagés, Eva Yerbabuena, Israel Galván o los jerezanos Grilo, María del Mar Moreno o El Pipa. Lo más interesante es ver que llegan con fuerza perfiles como Gema Moneo, Paula Comitre, Alberto Sellés o Águeda Saavedra. Es el gran éxito de este Festival, programar pensando en el pasado, el presente y, sobre todo, el futuro.
No debe ser fácil contentar a todo el mundo…
–Trabajamos intensamente para mantener el equilibrio. Junto a Maribel Collantes, que gestiona la oficina del Festival, intentamos contar con gente joven que necesitan su trampolín, con la vanguardia que empuja con fuerza, sin olvidarnos de los clásicos y más tradicional… La idea es que una persona que venga de fuera y esté en Jerez una semana entienda la diversidad y la riqueza que existe en estos momentos en el baile y el flamenco.
El cante también tiene presencia, aunque algunos se empeñen en decir lo contrario…
–Este es un festival temático de baile, no cabe duda. El cante está presente en ciclos con personalidad propia y en cualquier propuesta de baile o guitarra que sin el cante no se desarrolla igual. No te exagero si te digo que para esta edición hemos tenido unas setenta propuestas de cante y hay que elegir. Iniciamos este circuito con Vicente Soto y acabamos con Macanita, toda una declaración de intenciones, contando entre medio con Perrate, Londro, Esperanza Fernández… unas voces potentes, gitanas, maravillosas y de una importancia incuestionable. Estoy muy contenta de este ciclo.
¿Se ha superado, por tanto, ese vértigo que el aficionado jerezano mostraba ante tanta oferta de baile?
–Yo creo que sí. Ya nadie discute la importancia del baile como motor del Festival, sobre todo por lo que comentaba antes de que el cante está presente en otras disciplinas.
¿Cuál es la imagen del Festival de Jerez en el exterior según su directora?
–Entiendo que buenísima. La gente de fuera nos valora mucho, de forma muy positiva, le dan una gran importancia al clima que se respira en Jerez. Los periodistas locales especializados son grandes anfitriones y acogen bien al compañero de fuera, por lo que se proyecta una imagen de disfrute y éxito. Todos debemos creernos que el Festival es nuestro, de todos. Hay un universo del que todo formamos parte, distintos sectores, y esa fuerza es fundamental para crear esa imagen exterior.
Algunos creen que solo nos visitan japoneses…
–Hace unos años nos propusimos acercarnos al visitante nacional, que pudieran venir para unos días aficionados de la provincia, de la comarca, de la región… Contamos con cursillistas de decenas de países y estamos muy satisfechos de haber conseguido una oferta atrayente para los propios españoles. No solo damos a conocer el festival sino toda la ciudad. Hay que recordar que este proyecto es municipal, del Ayuntamiento de Jerez, que lidera la inversión aunque entren otras administraciones. La idea es crear y atraer turismo cultural.
La ocupación hotelera debe ser alta durante las semanas de celebración, ¿no?
–Por supuesto, aunque algo engañosa. Tenemos que tener muy en cuenta la proliferación de apartamentos turísticos, de alquileres… entonces no nos podemos solo basar en los números de ocupación en hoteles porque habría que casi multiplicarlos. Sabemos que el que viene al Festival de Jerez, repite. Eso es importante decirlo. Programan sus vacaciones o viajes de año a año.
Y ustedes, ¿tenéis ofertas ya para la edición de 2024?
–Por supuesto. Ya estamos pensando quién o qué espectáculo abrirá esa edición. Ya tengo propuestas potentes cerradas y algunas que se han quedado en puertas este año.
Parece que ha habido algún problema con el ciclo De Peña en Peña, ¿qué ha pasado?
–Nosotros siempre trabajamos con la Federación Local, con su junta directiva, e intentamos darle libertad pero con unos criterios. Aunque todas tengan el mismo derecho, deben entender que para los que vienen de fuera no es igual de fácil acudir a un recital en el centro que en las afueras. El presupuesto es el que es porque, además, nosotros lo organizamos a fondo perdido en cuanto a lo económico, no hay retorno, pues no se venden entradas. Pero sí que es uno de esos ciclos que más valoramos y esperemos que para próximos años podamos llegar a todas y que ofrezcamos más recursos. Entendemos que para la Federación no es fácil tampoco.
Cambiando de tema. Este periódico adelantó la pasada semana que la gestión del futuro Centro de Interpretación de Lola Flores, el Museo de Lola, la asumirá Fundarte. ¿Qué nos puede adelantar?
–No podemos decir mucho todavía porque nos encargaremos sobre todo del operativo de funcionamiento pero será el Ayuntamiento, con la Alcaldesa, que es nuestra presidenta (de Fundarte), quien dé toda la información al respecto. Apertura, cierre, venta de entradas… eso sí dependerá de nosotros.
¿Y del ciclo de verano? ¿Se está trabajando en el Caló Flamenco con Viernes Flamencos y Fiesta de la Bulería?
–Sí, eso sí está planteado. A estas alturas ya otros años estaría cerrado, pero hemos perdido a Luis Pérez (quien fue director de la Unidad de Flamenco) y se nota, lo echamos mucho de menos. Pero todo está encaminado y una vez pase el Festival de Jerez ser hará público. Todo tendrá que ver con Lola Flores, pues estamos en el año de su centenario y es un gran potencial para la ciudad.