Escritora y guionista, Verónica Cervilla (Linares, 1987) se mueve como pez en el agua en el género del terror, la fantasía y la ciencia ficción. Descubrió su vocación de niña, cuando llegó a sus manos ‘Carrie’, de Stephen King, y hoy firma sus relatos, novelas y guiones con un nombre propio que empieza a sonar a nivel nacional.
“La disfruté tanto, que supe qué tipo de historias quería contar. Cuando aprendí a leer, me enganché y no me quedé ahí, sino que me puse a escribir. En el instituto supe que estudiaría cine, guion, que iba escribir”, reconoce.
Y así fue. Cursó sus estudios de Realización Audiovisual y Guion y, desde hace dos años, es profesora de ‘Narrativa Audiovisual para Videojuegos’ en la Escuela de Tecnologías Aplicadas de Linares. Bilingüe, también da clases de inglés técnico. En 2015 lanzó su primera novela, atreviéndose con todo el proceso editorial. “Fue un máster. Nunca imaginé que aprendería tanto”, recuerda.
Con ‘Póker Kingdom I: La sonrisa del Arlequín’ dejó su huella, iniciando su camino literario de la mano de la fantasía. “Al escribir, abordo siempre lo mismo, pero desde distintas perspectivas. Trato la ‘tradición’ y cómo hay roles enquistados, inamovibles en la sociedad. Es el principal conflicto de la novela, algo que no nos sirve, pero que se lleva haciendo muchos años porque nadie lo ha cambiado”, apunta.
Pero ella es de las que opta por el cambio. “La Literatura y la ficción en general crean estereotipos que repetimos porque los vemos y leemos. Es fundamental para cambiar mentalidades”, dice. Como mujer se posiciona y aborda lo que afecta a las féminas en sus novelas y guiones. “Necesitamos más historias de mujeres sobre mujeres”, espeta.
Y así lo ha hecho en ‘Quién cuidará de ti’, ganadora del IV Premio Ripley de novela de Ciencia Ficción y Terror 2020, una “historia de terror doméstico”, en el que aborda el trabajo de las cuidadoras, “que, por tradición, tienen que dejar casi toda su vida por la persona a la que cuidan, primero los hijos, y luego, los padres”, lamenta.
En proceso de corrección, la que ya es su segunda novela verá la luz “antes de final de año”. O eso cree. Y es que la actual situación por la pandemia del Covid-19 le está afectando “a la hora de programar las presentaciones, que no pueden ser tantas, ni de la misma forma”, además de estar pendiente de las ferias del libro, “todas en el aire”.
En este sentido, reconoce que el sector cultural “necesita el apoyo del público, también de las instituciones” y defiende que “la cultura es segura”. A pesar de todo, profesionalmente, 2020 está siendo un “buen año” para esta linarense. “El Premio Ripley me permite dar un paso al frente para presentarme como escritora, para que sepan que existo”, valora.
Su trabajo con ‘Menos es más producciones’, con quien ya trabajó en 2018 como guionista del cortometraje ‘S’, se está consolidando y está en la fase de preproducción de un largometraje. “Este año se me están abriendo muchas puertas”, agradece.
Y es que también acaba de terminar de rodar un cortometraje para el ‘Rodando por Jaén’. Bajo el título ‘Mamá’, la guionista aborda una historia de terror psicológico, sobre la no maternidad. “Hay que visibilizar a las mujeres que deciden no ser madres, un tema que no se trata mucho, tampoco en géneros como el terror, en el que me siento más cómoda porque es el que más recursos me ofrece como contadora de historias”. Insiste: “Me gusta asustar. Es interesante abordar temas desde una perspectiva más oscura, adentrándome en la parte más oculta de nosotros”. Defiende que “el terror refleja la vida tal y como es, sin edulcorar”.
Pero, qué asusta a Verónica. “Me preocupa mi generación, que está pasando de crisis en crisis y nunca llega a levantar cabeza. Hay mucha incertidumbre por el futuro”, lamenta.
Para ella, la escritura es “terapia personal”, una herramienta para “expresar lo que no puedes comunicar de otra manera”. Por ello, siempre anima a escribir y más cuando existe vocación.
Como directora de la revista literaria Tártarus (digital) trabaja para dar visibilidad a autores que escriben terror, fantasía y ciencia ficción en castellano. “En España se consume mucha literatura internacional y muy poca nacional y no porque la española no tenga calidad, sino porque no se conoce”, termina.