El transporte urbano de la capital jiennense es objeto, de nuevo, de no pocas quejas ciudadanas por la mala calidad del servicio. Los autobuses siguen funcionando al 25% y, teóricamente, con un aforo en cada bus no superior a un tercio. Sin embargo, tras la vuelta de empleados no esenciales, en los últimos días están proliferando de nuevo las quejas entre los usuarios, no tanto por la frecuencia de paso de las cuatro líneas operativas (16, 17, 12 y 2) sino más bien porque no se cumplen las medidas de seguridad que exigen que no se monten más de un tercio de la ocupación total. Esta última queja se da, sobre todo, entre los usuarios que utilizan el bus a primera hora para desplazarse a sus trabajos.
El concejal responsable de Empresas Concesionarias, Francisco Lechuga, ha reconocido la existencia de estas quejas, aunque ha lamentado que no se canalicen de forma adecuada (en el Ayuntamiento o en la empresa concesionaria) y se airen sobre todo en las redes sociales. Lechuga ha asumido también la autonomía municipal para adaptar el Real Decreto del estado de alarma en materia de transportes. “Estamos adaptándonos diariamente a las necesidades que se nos presentan, porque nuestro objetivo es garantizar un servicio público digno”, indicó Lechuga, que no descarta incrementar la flota de vehículos en los próximos días para absorber el aumento de la demanda tras la incorporación, la semana pasada, de trabajadores no esenciales. Hasta ahora, ha recordado Lechuga, se ha priorizado el acceso de los trabajadores de los centros hospitalarios y del resto de personal esencial a sus trabajos. Por cierto que el Consistorio ha cifrado en un 96% el descenso en los usuarios del autobús urbano de Jaén desde que se implantó el estado de alarma. Una caída brutal que haría, con una extrapolación, que de los 5 millones de viajeros al año se pasaría a unos 200.000.
También el grupo municipal de Adelante Jaén ha reclamado al gobierno local (PSOE-Cs) el incremento del número de autobuses por línea “para que aumente la frecuencia de paso y se eviten aglomeraciones”. Según este grupo, son muchos los usuarios que se han quejado de que, tras la vuelta a la actividad de algunos sectores, han observado que es “imposible respetar las distancias de seguridad entre los pasajeros”. La situación, según Adelante Jaén, se ha visto agravada con el empleo de microbuses en algunas líneas lo que repercute en la reducción del espacio disponible para los usuarios a los que “se impide respetar las recomendaciones de distanciamiento social propuestas por los expertos”. “El transporte de viajeros es un servicio público y debe responder a las necesidades ciudadanas, especialmente en una situación como la actual de crisis sanitaria donde se precisan garantías de salud pública”,dijeron