El verano es una época en el que los profesionales de la Sanidad son víctimas de agresiones, principalmente verbales, pero también físicas, por parte de los familiares de los pacientes, en la mayoría de los casos.
Así lo constatan los presidentes del Colegio de Médicos de Jaén, Emilio García de la Torre; y el presidente del Colegio de Enfermeros, José Francisco Lendínez, que coinciden en que el principal motivo es el descenso de personal y por ende el aumento del tiempo de atención.
Se da la circunstancia de que los pacientes de otras provincias son los “más intransigentes” durante la época estival. “En agosto, solemos tener casos de agresiones verbales a médicos por parte de pacientes catalanes”, destaca García de la Torre.
Las agresiones a los profesionales de la Sanidad son una lacra social que se padece durante todo el año, pero en verano, el descenso de personal sanitario y los problemas que puedan surgir en el desarrollo de un día de atención en hospitales y centros de salud, originan un incremento de agresiones verbales.
En lo que va de año, en el Colegio de Médicos se han presentado nueve denuncias por agresiones físicas. El año pasado fueron 14 los médicos que denunciaron agresión, frente a las 10 denuncias de 2015. “No hemos vuelto a tener cifras como la de 2007, en la que Jaén, en comparación con su número de habitantes, se convirtió en la provincia con mayor número de denuncias por agresiones, con 19”, recuerda el presidente.
Según un informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Médicos de 2016, en el 46% de los casos, las agresiones son a mujeres (54% hombres) y en el 36% de los casos a médicos de entre 46 y 55 años.
En el 93% de los casos se dan en un centro sanitario público, siendo las Urgencias de Atención Primaria el área con mayor registro (41%).
En cuanto al tipo de agresión al médico, en el 52% de los casos son amenazas, el 38% insultos y en un 10% han originado lesiones al profesional. La tardanza en el tiempo de atención, supone el 16,3% de los casos; frente al 13,8% originadas por discrepancia con el personal. En el 95% de los casos, el médico no había sufrido agresiones con anterioridad.
A principios de año, el Colegio de Enfermería detectó un “alarmante repunte” de las agresiones a enfermeros en los centros sanitarios de la provincia. De hecho, los Servicios Jurídicos de la institución colegial detectaron cuatro agresiones en sólo dos mes, dos de ellas fueron agresiones físicas, ambas en los servicios de Urgencias de Villacarrillo y Cazorla, y otra, un forcejeo con amenazas en una residencia de mayores de La Carolina. La cuarta se produjo en el Hospital de San Agustín de Linares.
Se trata de cuatro denuncias juzgadas y sentenciadas. “Las agresiones verbales no se denuncian, pero son casi a diario. Desde que se considera atentado contra la autoridad los casos de intimidación grave, agresión, violencia o acometimiento, las agresiones físicas han disminuido”, reconoce Lendínez.