El director del centro penitenciario de Jaén, Juan Antonio Marín Ríos, ha asegurado que está "orgulloso de jubilarse a pie de obra y en su tierra --nació en Peal de Becerro (Jaén)--" este miércoles 2 de enero con una experiencia de 40 años, después de haber pasado por la dirección general en distintos puestos durante 25 años y haber sido director de seguridad a nivel nacional.
En una entrevista concedida a Europa Press, Marín ha querido "presumir de compañeros y amigos en la institución". "Siempre me han apoyado y por eso he llegado donde he llegado". Del mismo modo, ha agradecido a los responsables máximos de la institución que "le hayan permitido trabajar en lo que le ha gustado", aunque ha mostrado su "tristeza" tras 40 años de su vida dedicado a las prisiones.
Al hilo, ha reconocido que "con su familia no ha estado ni la tercera parte de ese tiempo", lo que se debe a su entrada en Instituciones Penitenciarias con 29 años --en 1973-- y a los cargos de responsabilidad de los que ha estado al frente. "Quería agradecer a mi familia su apoyo jubilándome a los 60 y no a los 70 años, como hubiera deseado". "Les debo eso y les voy a hacer este regalo", en alusión a su prejubilación.
De otro lado, y preguntado por la relación mantenida con los sindicatos en la prisión jiennense, ha destacado que ha sido "buena", si bien lo primero que hizo cuando tomó posesión en su tierra fue "reunir a los sindicatos y decirles lo que pensaba hacer". "Lo que les prometí, con creces se ha cumplido y he ido más allá".
Al respecto, ha comentado que no piensa que la representación sindical se haya podido sentir "defraudada", a pesar de que hayan existido "discrepancias, ya que es muy difícil que coincidan" las posturas de ambas partes. No obstante, considera que la dirección tiene que obrar en el centro con las propuestas de los sindicatos.
En este punto, ha incidido en la idea de que como director ha tenido responsabilidades que los sindicatos "no tienen, pues tienen otras distintas", afirmando que en todo momento ha tenido muy claro que "tenía que velar por todos los internos y funcionarios buscando las mejores condiciones y el mejor funcionamiento" del centro.
A su favor, ha remarcado que "ha habido puntos de desencuentro, aunque todas las reuniones se han hecho a instancia de la dirección". "Si hubiera habido muchos problemas habrían solicitado reuniones, con independencia de alguna entrevista que me han pedido par a plantear un tema concreto que, por cierto, yo he agradecido".
MEDIÓ EN SECUESTROS
Juan Antonio Marín hizo de mediador en más de una decena de secuestros de bandas terroristas perpetrados entre los años 1974 y 1992. Así, participó en el más grave de ellos, el de Zaragoza. "Fue una experiencia que no me apetece mucho recordar, pero la he vivido", ha apuntado. Se trató de una época "convulsa, muy dura, pero eso ha cambiado y espero que no vuelva, pues hemos conseguido instituciones penitenciaras modernas y humanitarias con las que es posible la reinserción que en los 70 y 80 era una utopía", ha apostillado.
Además, ha participado en proyectos de modernización de las prisiones españolas, como profesor de estudios penitenciarios, en proyetos emprendidos en otros países de Latinoamércia, Rumanía o Polonia, de igual forma que ha impartido clases. El éxito cosechado le ha llevado a la concesión de la medalla de oro y de plata al mérito penitenciario, así como a obtener la medalla de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
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