Los chiringuitos de Huelva han sufrido este verano una bajada en la facturación del 30 por ciento con respecto al año pasado, pero han "salvado la temporada" teniendo en cuenta que durante el estado de alarma no tenían claro si podrían llegar a abrir.
Así lo ha indicado a Europa Press el vicepresidente del Consejo Empresarial de Chiringuitos de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) y presidente de la Asociación de Chiringuitos de Punta Umbría, Manuel Bernal, que ha indicado que "dentro de lo malo y de las restricciones, la situación ha estado bien, ya que se ha notado que los ciudadanos estaban animados y tenía ganas de salir y estar en las terrazas".
En este sentido, ha destacado que con las medidas decretadas para mantener la seguridad en los establecimientos se ha tenido que contratar a más personal "para limpieza y para controlar los accesos por el aforo" y ha subrayado que han abierto "todos los chiringuitos de la provincia".
Por otra parte, Bernal ha señalado que "han bajado las ventas", algo que considera "normal" porque la situación de pandemia ha provocado que con las medidas no se haya podido realizar eventos culturales y musicales como otros veranos por la limitación de aforo.
También ha afectado al funcionamiento normal de los chiringuitos el horario de cierre impuesto en la segunda quincena de agosto, por el que los establecimientos hosteleros y de ocio han tenido que empezar a cerrar a la una de la mañana. Esto ha supuesto otro problema, ya que "muchos chiringuitos cierran tarde y ponen copas".
Lo que "peor" han llevado, ha aseverado Bernal, ha sido la prohibición de fumar en las terrazas, puesto que los trabajadores "han tenido que estar como policías", lo que ha ocasionado "muchos enfados entre algunos clientes", aunque ha indicado que no ha habido "ningún incidente importante", más allá de "quienes se escondían para fumar y había que llamarles la atención".
De otro lado, el vicepresidente del Consejo Empresarial de Chiringuitos de la FOE ha subrayado que agosto ha sido "mejor", sobre todo "la primera quincena, en la que ha habido una mejoría bastante buena" con la llegada de turistas de Madrid, algo que "se nota todos los años".
Tras el cierre de los meses más fuertes de la temporada estival, Bernal ha reseñado que están a la espera de lo que pueda ocurrir en septiembre "y más teniendo cada vez más restricciones", aunque suele ser "un mes bueno si acompaña el clima, a pesar de que hay menos clientela que en julio y agosto". A este respecto, ha apuntado que con el cierre de las playas a partir de las 21,30 horas, los chiringuitos también se van a ver afectados.
Esta es una medida que considera "absurda" porque es "cuando menos gente hay en la playa", por lo que cree que será "para evitar los botellones", pero que afecta "directamente" a estos negocios porque "hay personas que van tarde a la playa, están un rato y luego cenan".