La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha invertido en el plan de choque del Servicio de Limpieza y Acondicionamiento de cauces desde noviembre de 2016 a la actualidad un total de 1,5 millones de euros en la provincia de Huelva.
Según han informado a Europa Press desde la Delegación Territorial de Medio Ambiente, se trata de un presupuesto extraordinario que posibilita que las actuaciones previstas para las próximas campañas requieran actuaciones menos drásticas, "siempre dependiendo de las condiciones meteorológicas".
De este modo, han explicado que actualmente la Junta de Andalucía ostenta las competencias relativas a la conservación y, en su caso, recuperación de los ecosistemas hídricos y la programación de las actuaciones del dominio público hidráulico en parte de la provincia de Huelva.
En concreto, la Junta de Andalucía, mediante su Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, tutela los cauces públicos en el distrito hidrográfico del Tinto, Odiel y Piedras y en la encomienda de gestión que se estableció para las cuencas hidrográficas vertientes a las aguas de transición del tramo internacional del río Guadiana (que incluye la subcuenca del Chanza), si bien en este caso la competencia es de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Así, en el resto de la provincia debe actuar la administración general del Estado, que es donde reside la competencia, en particular, en sus dos confederaciones hidrográficas del Guadiana y el Guadalquivir.
Por su parte, la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio elabora un inventario de puntos críticos en la red fluvial que se nutre de los comunicados de los ayuntamientos, de particulares colindantes con los cauces, así como de otras administraciones y principalmente de los casos que son detectados por el personal experto de la Delegación.
De este modo, estos puntos críticos se evalúan técnicamente y se establece el grado de vulnerabilidad que puedan presentar ante la evacuación de avenidas. Después se analiza la posible repercusión que un desbordamiento pueda ocasionar sobre la seguridad de las personas y los bienes materiales, principalmente las infraestructuras de vías de comunicación.
Por tanto, se priorizan según la gravedad de la situación y se define la actuación que requieren para su posterior ejecución. Esta labor se hace "sistemáticamente y se actualiza cada vez que hay precipitaciones", según han proseguido.
A finales de 2016 la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, a través de su Dirección General de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico, estableció un servicio de limpieza y acondicionamiento de cauces públicos para el ámbito territorial de la administración hidráulica andaluza en Huelva con el fin de asegurar "su funcionalidad y garantizar en lo posible la evacuación de avenidas".
Por ello, la Delegación Territorial activó en noviembre de 2016 una estrategia de prevención encaminada a mejorar el estado de los cauces y prepararlos en lo posible para las situaciones de altas precipitaciones que pudieran ocurrir, activando las medidas previstas y derivadas del inventario realizado.
En Huelva, se puso en marcha "un ambicioso" plan de choque para poder actuar de forma progresiva en todos los cauces prioritarios, de manera que "no se han realizado meras operaciones de limpieza superficial, se ha actuado con la intención de dar solución, en la medida de lo posible, a los problemas estructurales más graves y con más riesgos de producir desbordamientos".
En este sentido, las actuaciones del mencionado plan de choque se han orientado "prioritariamente" a la restauración de la sección de los cauces, ya que muchos de ellos habían sufrido alteraciones importantes en su sección por la presencia de gran acumulación de áridos, en gran medida derivados de explotaciones agrícolas intensivas.
También se ha procedido a la limpieza de vegetación invasora, especialmente cañas, aunque estas actuaciones solo son temporales, debido a la rápida regeneración de estas especies foráneas. Así, las zonas más vulnerables en la provincia se localizan en toda la Costa y el Condado, por lo que "en estos momentos continúan los trabajos mientras las condiciones meteorológicas lo permitan".
En concreto se ha actuado o se está actuando en los términos municipales de Ayamonte, Villablanca, La Redondela, Lepe, Cartaya (incluido El Rompido), Gibraleón, San Bartolomé, Aljaraque, Huelva, Punta Umbría, Palos de la Frontera, San Juan del Puerto, La Palma del Condado, Bonares, Moguer, Lucena del Puerto, Villalba del Alcor, Niebla, San Silvestre de Guzmán, Campofrío y Santa Ana la Real.
Los cauces en los que se han realizado o se están realizando las actuaciones son los arroyos de La Cañada del Pozo del Judío; del Chorrito del Valle, de la Notaría, del Valleromero y de La Raya en Aljaraque; en el Arroyito de Ayamonte; en el arroyo de Los Jurados de Bonares; en Campofrío en el barranco de La Majada; así como en ocho arroyos de Cartaya y cinco de Gibraleón.
En Huelva se actúa en la Rivera de la Nicoba, mientras que en Isla Cristina, --incluida La Redondela--, se ha intervenido en los arroyos Cagancha, de la Chirina y del Prado. En La Palma del Condado se trabaja en cuatro arroyos y en Lepe en cuatro y en el barranco del Fraile y en los regajos del Escambrón y del Capón.
En el arroyo de Pasadera y del Horcajo de Lucena del Puerto también se han realizado actuaciones, así como en el afluente innominado del arroyo de Montemayor de Moguer y en otros cuatro arroyos de este municipio.
En un arroyo de Niebla y en la Laguna de la Mujer de Palos de la Frontera han realizado también actuaciones, además de en cuatro arroyos de San Bartolomé de la Torre, entre ellos el del Álamo.
Destacan, igualmente, las labores en el arroyo de los Prados y la Rivera de la Nicoba en San Juan del Puerto; en el barranco de Los Casares en Santa Ana la Real; y en el arroyo de Valdejudíos de Villablanca y de Los Morantes en Villalba del Alcor.
