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Huelva

Las monjas dicen que no quieren desahuciar a la madre ocupa y ofrecen un alquiler social

El caso está pendiente de la decisión del Juzgado número 1 de lo Penal de Huelva tras la denuncia de la propietaria del piso, interna en la residencia de ancianos Santa Ángela de Huelva

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Las monjas que gestionan la residencia de ancianos Santa Ángela de Huelva han asegurado que no quieren echar de la vivienda que ocupa a una madre soltera que vive en ella aunque es propiedad de una anciana que cuidan y han dicho que le han ofrecido un alquiler social para que pueda seguir viviendo allí.

Rocío Medel es una madre soltera con dos niños de 2 y 9 años que pide "caridad" para ella y sus hijos después de que las religiosas de la residencia la hayan denunciado por "ocupar" una vivienda de una de sus residentes cuyo patrimonio gestionan.

La "necesidad", ha explicado esta mujer a Efe, la llevó a principios de noviembre, tras enterarse de que había una vivienda vacía en la barriada de Las Colonias, a entrar en ella con la intención de dar a sus hijos un techo "digno", pues el dinero esporádico que gana con trabajos como asistenta del hogar o en el campo no le permite el alquiler de una vivienda.


A las 24 horas de llegar a la vivienda, ha explicado, recibió la visita de dos monjas de la residencia, que le dijeron que tenía que irse "pues ellas eran las que decidían qué se hacía con la casa".

Sin embargo, una portavoz de la residencia ha asegurado a Efe que las monjas no fueron a la vivienda a echarla de allí, sino que, en nombre de la mujer a la que cuidan "que está perfectamente de la cabeza y la decisión es suya", le ofrecieron un alquiler social para que se mantenga en el piso, "porque la dueña es una mujer que tiene problemas de movilidad y no puede vivir en él".

La misma portavoz ha indicado que es una historia "que las monjas viven con mucha pena", ya que han ayudado a esa mujer en varias ocasiones, y que tuvieron conocimiento de la historia cuando la encargada de la limpieza del piso les dijo que estaba ocupado por alguien que no era familiar de la propietaria.

"Cuando se enteraron, fueron a hablar con ella para decirle que allí no podía vivir, pero le ofrecieron un alquiler social para que se quedara, a lo que se negó", dice la portavoz de las religiosas, que sostiene que la denuncia fue puesta por la propietaria, no por las monjas.

El caso está pendiente de la decisión del Juzgado número 1 de lo Penal de Huelva.

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