Si bien el libro, en realidad, debe tener 365 días al año, no está de más que se reivindique, al menos. con una efemérides para animar a la lectura
El Día del Libro es un gran pretexto para muchas cosas. La primera, y fundamental, para acercarnos a un buen volumen que nos llene de letras, de historias, de sensaciones, de tantas y tantas de esas cosas que valen mucho más de lo que cuestan. Es un día también, para regalar libros, que, aunque los rigores financieros que atravesamos, nos han hecho encoger la generosidad, al menos, que en una fecha concreta, sea la literatura la que pase de mano en mano con los mejores deseos. En el caso de Huelva, va a ser un día con dos lecturas colectivas e ininterrumpidas de sendos grandes autores; uno, el muy cercano Juan Ramón Jiménez, nuestro premio Nobel, y otro, el flamante premio Cervantes de las letras hispanas (y lo merece de sobra), José Manuel Caballero Bonald. es difícil hablar de los libros y de las satisfacciones que nos regala la literatura sin caer en los tópicos, pero la realidad, es que un buen libro nos da tanto, a cambio de tan poco, que escasas cosas con esta dimensión se pueden hallar hoy en día. La lectura, que hay que enseñarla, porque no podemos como humanos vivir sin ella, es todo un acontecimiento, que cuando se hace cotidiano, nos acompaña y recoge en un estado que se puede comparar con pocas cosas. Y además, por si faltaba algo, ya no solo se puede disfrutar del formato como lo ideó Gutenberg, sino que para los más avanzados, también están los formatos digitales, porque el futuro es siempre el presente.