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Granada

Ayuntamientos de la costa buscan apoyos para la recuperación de antiguas torres defensivas

Ayuntamientos de la costa de Granada y su entorno, como Albuñol y Gualchos-Castell de Ferro, están trabajando para recabar ayudas de administraciones superiores

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  • Imagen panorámica de la localidad de Castell de Ferro (Granada). -

Ayuntamientos de la costa de Granada y su entorno, como Albuñol y Gualchos-Castell de Ferro, están trabajando para recabar ayudas de administraciones superiores para cofinanciar las reparaciones pendientes de elementos patrimoniales vinculados a antiguas torres defensivas deteriorados por el paso del tiempo.

En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, ha explicado que el Ayuntamiento de este municipio de unos 7.300 habitantes está buscando financiación tanto para la restauración del castillo de La Rábita como de las tres torres, propiedad municipal.

Tras una ayuda que obtuvo de la Diputación que permitió una reparación en este conjunto patrimonial, la también presidenta de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical ha reconocido que para ayuntamientos como el de Albuñol es "complicado" la puesta en valor de todos sus elementos patrimoniales.

Solo en este municipio requerirían de una inversión de entre 1,5 millones y dos millones de euros, por lo que se hace necesario, ha agregado Sánchez, "cofinanciar esos proyectos con otras administraciones para poder llevar adelante la restauración de los elementos patrimoniales".

En la comarca, la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra ha incluido en una actualización reciente tres torres levantadas entre los siglos XVI y XVIII en primera línea de la costa de Granada, con fines defensivos, por su "pésimo estado de conservación", entre ellas una de las que son propiedad del Ayuntamiento de Albuñol, en término de La Rábita, concretamente la denominada del Puntalón o de Punta Negra, y dos en Castell de Ferro, La Rijana y Zambullón.

El Ayuntamiento de Albuñol adquirió hace aproximadamente 15 años el castillo de La Rábita y los tres elementos defensivos al Ministerio de Fomento por un valor de 240.000 euros. A partir de ese momento, la alcaldesa es consciente de la "mala situación" en que se encuentran las torres, "unas peor que otras", como es el caso de Punta Negra, y la de Huarea, mientras que la de La Rábita y el castillo presentan un estado "regular".

Además, Sánchez ha explicado que el Ayuntamiento de Albuñol hizo un proyecto con Diputación y UGR para la restauración del castillo, que se presentó en su momento al uno por ciento cultural, y está en trámite en el Consitorio, y ha detallado que en el municipio, además de estos enclaves en La Rábita, existe un importante patrimonio arqueológico como es el de la Cueva de los Murciélagos, "uno de los yacimientos más importantes del Neolítico de Europa", y un castillo enterrado completamente y localizado.

Por su parte, el Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro trabaja en la torre de Cambriles, levantada en el siglo XVI, desarollando estudios arqueológicos para su rehabilitación. Es de propiedad municipal y articula los trabajos con ayudas del Grupo de Desarrollo Rural Alpujarra y la Diputación, según ha explicado a Europa Press su alcaldesa, Antonia Antequera.

En cuanto al castillo, recientemente informaba que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico se ha pronunciado favorablemente a la petición formulada por el Ayuntamiento en relación a las obras de emergencia para el castillo de Castell de Ferro, dada "la situación de deterioro tan enorme que presenta".

En cuanto a las incluidas por Hispania Nostra en su catálogo, la de La Rijana es de una empresa y la de Zambullón del Gobierno, según ha detallado Antequera, que ha incidido en que los municipios tienen en sus términos "mucho patrimonio en mal estado" y que el Ayuntamiento que preside "poco a poco" quiere ir abordando los retos que tiene en esta materia, con ayuda de otras administraciones, partiendo de que el consistorio ha de atender prioritariamente los servicios básicos del pueblo, que tiene unos 5.200 habitantes.

"RIESGO DE DESAPARICIÓN"

Según informaba a principios de año Hispania Nostra en una nota de prensa, la Lista Roja recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Sobre la torre del Puntalón, desde la asociación han detallado que el fin de la reconquista de los Reyes Católicos, del que ahora se han cumplido 530 años, y el interés de estos por seguir con las campañas militares en el norte de África, llevó a trazar, en 1497, las líneas generales de la defensa de la costa.

Estas bases defensivas sirvieron de guía para las futuras restauraciones a lo largo del siglo XVI y de las nuevas construcciones. En ese proyecto se señaló que debería construirse una torre atalaya entre La Rábita y Melicena, más o menos donde se encuentra la torre del Puntalón.

Pero no se llegó a levantar y esta parte de la costa quedó desprotegida hasta la segunda mitad del siglo XVIII. La Torre del Puntalón se construyó en 1767, durante el reinado de Carlos III.

El plan de defensa del litoral granadino del siglo XVIII, tuvo su origen en la necesidad de "reforzar la costa a causa de los continuos ataques por parte de piratas y corsarios berberiscos, el enfrentamiento británico-español causado por la Guerra de Sucesión y el contrabando de mercancías por el litoral".

De esta labor se encargó, a partir de 1762, el mariscal de campo, Antonio María Bucareli y Ursúa. Se restauraron y aprovecharon la mayoría de las fortificaciones existentes y se construyeron nuevas, han sufrido los efectos del paso del tiempo y, en el caso de la del Puntalón, de los terremotos.

Por otro lado, en la cala de La Rijana existía un asentamiento árabe dedicado a la pesca. Debido a ello, y para efectuar tareas de vigilancia, fue construida su torre en el año 1559 con un aljibe y una fuente, detallaron también desde Hispania Nostra.

La del Zambullón es una torre atalaya costera que se construyó en el siglo XVI para proteger el puerto de Calahonda, en Motril, de los piratas y vigilar la playa de la Rijana. Contaba con un cabo de torres y dos torreros.

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