“No quería huir, no tenía ninguna intención de ir a Túnez ni de transferir mis intereses a otro lado”, dijo Tarantini en unas declaraciones que transmitió hoy a la prensa su abogado, Nicola Quaranta.
El empresario, al que se investiga también por una supuesta trama de concesiones ilegales a cambio de sobornos y por una supuesta inducción a la prostitución, fue detenido ayer en el aeropuerto de Bari (sureste de Italia) bajo la acusación de tráfico de drogas.
La autoridades judiciales de la ciudad italiana habían ordenado su detención al considerar que existía riesgo de fuga.