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La crítica de Obama por la detención del catedrático negro desata la polémica

Las críticas del presidente Barack Obama, que calificó de ?estúpida? la detención de un catedrático negro de la Universidad de Harvard y dijo que la raza sigue siendo un factor en la sociedad, han desatado una tormenta en EEUU.

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Las críticas del presidente Barack Obama, que calificó de “estúpida” la detención de un catedrático negro de la Universidad de Harvard y dijo que la raza sigue siendo un factor en la sociedad, han desatado una tormenta en EEUU.

La reapertura del debate racial por Obama, el primer presidente negro de su país, vino a colación del caso del catedrático de Estudios Africanos Henry Louis Gates, detenido en su propio domicilio tras una falsa sospecha de robo la semana pasada.

De regreso de un viaje a China, Gates no podía abrir la puerta al llegar a su casa, en la localidad de Cambridge, en Massachusetts, y la forzó. Uno de sus vecinos creyó que se trataba de un robo y avisó a la Policía, que se personó en la vivienda.

Gates mostró a un agente su documento de identidad y demostró que se encontraba en su propio domicilio, pero resultó detenido por alteración del orden, cargo que se le retiró al día siguiente.

Al pronunciarse el miércoles pasado sobre el asunto, Obama, pese a reconocer que desconocía todos los detalles, declaró que la Policía “actuó de manera estúpida” por detener a alguien que había demostrado que estaba en su propia casa.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, trató ayer de quitar hierro a las declaraciones de Obama al asegurar que el presidente “no estaba llamando estúpido al policía”. Según él, Obama simplemente quería decir que “en un momento dado, la situación quedó fuera de control”.

En sus declaraciones, el presidente estadounidense recordó que “aparte de este incidente, y sin que tenga nada que ver”, los hispanos y los latinos son detenidos en una proporción mucho mayor que el resto de la población.

“Eso es un hecho”, destacó Obama, “una señal, un ejemplo de cómo la raza sigue siendo un factor en esta sociedad”. No obstante, matizó, “eso no reduce los progresos increíbles que se han logrado en la integración racial en EEUU”.

El policía implicado en el caso, el agente James Crowley, de raza blanca, expresó ayer su enfado por la intervención de Obama en declaraciones a dos cadenas de radio locales.
 
"Creo que es decepcionante que se metiera en un asunto local”, afirmó a la cadena WEEI, en la que también recordó que el presidente “dijo que no conocía todos los detalles, y desde luego que no, a juzgar por los comentarios que ha hecho”.

Crowley, que asegura que en todo momento siguió el reglamento policial, afirmó que detuvo a Gates porque el catedrático montó en cólera después de que se le pidiera la identificación y “continúo gritando aunque se le advirtió varias veces”.

Según la versión de Crowley, Gates le acusó de racismo y se negó a bajar el tono de voz. “En cualquier momento podría haber resuelto la situación tranquilizándose o volviendo a entrar en casa”.

El incidente, y la reacción de Obama, ha desatado una tormenta en un país en el que la cuestión racial es aún un asunto muy sensible. El sindicato de policías de Cambridge afirmó que el presidente “estuvo muy equivocado en criticar a este oficial en particular y al Departamento de Policía en general”.

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