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España

Un panorama desolador

El sector turístico de Sevilla, pese a registrar un magnífico ejercicio en 2011, también ha acabado destruyendo empleo

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  • La Feria de noche -
Hace 108 años, el entonces arzobispo de Sevilla y luego cardenal, Marcelo Spínola, tuvo que salir del Palacio Arzobispal para pedir limosna para los pobres de la ciudad de puerta en puerta, ante la gravísima situación socioeconómica que sufría la capital de Andalucía y con el fin de despertar las conciencias de quienes aún podían dar muestras de solidaridad. Quien fuera beatificado en Roma el 29 de marzo de 1987 por el Papa Juan Pablo II, el cual oró ante su tumba en una de sus visitas a Sevilla, pasó a la historia con el sobrenombre de “el arzobispo mendigo”.

Su sucesor al frente de la Archidiócesis, el arzobispo Juan José Asenjo, no ha visto aún la necesidad de secundar el ejemplo del recordado cardenal Spínola, pero el drama del paro que desfila ante sus ojos empieza a parecerse demasiado al de la Sevilla de principios del siglo XX, y con motivo de la festividad del Primero de Mayo, Día del Trabajo con poco que celebrar para los casi seis millones de españoles en las listas del Inem, la Delegación Diocesana de Pastoral Obrera ha hecho público un comunicado en el que destaca el “panorama desolador” de Sevilla y su provincia.

La pobreza se extiende
El Arzobispado se remite a las estadísticas oficiales, que hablan de 245.456 sevillanos sin trabajo -casi un tercio de la población activa- y 81.000 familias con todos sus miembros en el paro y, por tanto, sin fuente alguna de ingresos, por lo que dependen de los subsidios públicos en el caso de que aún tengan derecho a percibirlos si no han agotado todos los plazos de la prestación; de las ayudas de familiares y amigos y, cuando ya no queda ninguna otra opción, de la caridad. Ningún termómetro mejor para medir la gravedad de la situación que el de Cáritas, la última esperanza de los necesitados que ya no tienen a donde acudir.

Por eso, la Delegación Diocesana de Pastoral Obrera señala en su nota que la pobreza está asolando a una extensa población de Sevilla y que afecta a todos: “a los más pequeños; a los jóvenes que luchan por una vida digna, por un trabajo que los dignifique; a los más ancianos, cada vez más olvidados; a los que sufren la emigración, la injusticia y el olvido”.

Feria marcada
Este Primero de Mayo, en el que unos dieciocho mil sevillanos –según los sindicatos- se han echado a la calle para protestar contra la política de recortes que se traduce mensualmente en un incremento de parados, se ha encadenado en el calendario con el final de la Feria de Abril, apodada de forma unánime como ‘la Feria de la crisis’ y que no ha permanecido ajena a la situación económica que sufre la ciudad. Considerada antes de su celebración poco menos que como una tabla de salvación para muchas familias que encuentran o encontraban trabajo temporalmente en el recinto de Los Remedios, casi todos los indicadores que miden la actividad, y por tanto el consumo y el movimiento económico, en el Real han mostrado caídas en comparación con años anteriores, ya calificados como “flojos”.

-La afluencia de jinetes y de carruajes al paseo de caballos ha descendido a casi la mitad en buena parte de los días, hasta el punto de que el Ayuntamiento proyecta levantar el ‘numerus clausus’ vigente, según el cual no puede haber más de 700 enganches circulando al mismo tiempo por el Real.

-Lipasam ha retirado alrededor de un 20% menos de basura que en la edición anterior, clara señal de la caída del consumo durante los festejos, donde por la crisis las familias han preferido comer en sus domicilios en vez de en las casetas o establecimientos del entorno y, por tanto, la afluencia de público no se ha producido hasta bien entrada la tarde.

-No se han vendido todos los pases para los aparcamientos -hubo años en que se guardaba cola a las puertas de Aussa cuando se anunciaba su comercialización- ni se han ocupado más allá del 50-70% según los días, porque los sevillanos se han decantado por dejar el coche para ahorrar gastos y utililizar como transporte alternativo los autobuses. Así, Tussam casi ha transportado un millón de pasajeros a la Feria (946.373), un 2,82% más, proporción que hubiera sido aún mayor si la lluvia no hubiera arruinado la segunda parte de la fiesta y retraído aún más público al recinto.

-Los cacharritos de la calle del Infierno han sufrido una disminución de un 30% de los ingresos en comparación con la Feria anterior, pese a que las familias se volcaron durante la Preferia, justamente cuando regían los precios más baratos, antes de que se disparasen una vez inaugurada.
Todo este conjunto de indicadores se resumen en uno expresado por el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, que también une esa condición a la de Economía y Empleo: “Los 87.000 parados de Sevilla y los más de 100.000 de la provincia se tenían que notar de alguna manera”.

Oposiciones masivas
Y de qué manera. Si hacen falta más indicadores para medir la situación económica crítica, añadamos los datos de la avalancha de aspirantes a los concursos-oposición del Ayuntamiento, conocidos durante la celebración de la Feria de Abril: 12.551 personas se han presentado a las pruebas para cubrir 193 plazas de peones municipales, las últimas en la escala laboral del Consistorio, lo que significa 65 aspirantes para cada empleo ofertado.

Para poder realizar de forma simultánea este examen multitudinario, el Ayuntamiento ha tenido que solicitar a las dos universidades de la ciudad, la Hispalense y la Pablo de Olavide, la cesión de las aulas de nada menos que dieciocho facultades.

Una proporción similar se registra en las pruebas convocadas para cubrir 47 plazas pendientes de la Policía Municipal, a las que se han presentado 2.498 aspirantes, a razón de 53 por cada una de ellas, mientras que para las 24 de conductores de vehículos de bomberos hay 925 solicitudes -38 por plaza- y para las de bomberos específicamente, 2.161 aspirantes, que se disputarán las 545 que se sacan a concurso, con un promedio de 39 por puesto de trabajo.

Analistas Económicos
A corto plazo, las expectativas para Sevilla y su provincia no invitan al optimismo, según el informe presentado hace tan sólo unas fechas por Analistas Económicos de Andalucía, el servicio de estudios de Unicaja. Los investigadores vienen detectando un empeoramiento de la situación sevillana desde finales del año 2011, con caídas de ocupación en todos los sectores salvo, excepcionalmente, el industrial.

El turismo se confirma como una de las mayores fuentes de riqueza de la ciudad, ya que se registró en el último ejercicio un incremento del 5,1% del número de viajeros alojados en los hoteles –un total de 2,5 millones de personas- y un significativo despegue del aeropuerto de San Pablo, con 4,9 millones de pasajeros y un beneficio de 6 millones de euros, lo que lo convierte en el sexto más rentable de España, donde la mayor parte son deficitarios. El tráfico nacional ha aumentado en el aeródromo sevillano en un 13,8% y el internacional, en un 24,8%.

Sin embargo, ni siquiera estos magníficos datos del sector turístico se han traducido en la creación de empleo para Sevilla, ya que el número de ocupados en los hoteles ha caído en un 3,2% en el último año. Y si ni siquiera el turismo contribuye a crear puestos de trabajo en una ciudad sin apenas alternativas es que, verdaderamente, como ha reflejado la Delegación Diocesana de Pastoral Obrera, el panorama de nuestra economía es desolador.

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