Acusado de maltratar, abusar sexualmente y amenazar reiteradamente a su esposa tras contraer matrimonio con ella en Córdoba
El Ministerio Fiscal ha solicitado penas que suman 17 años y 9 meses de prisión para un hombre al que acusa de maltratar, abusar sexualmente y amenazar reiteradamente a su esposa tras contraer matrimonio con ella en Córdoba.
En sus conclusiones provisionales, a las que ha tenido acceso a Efe, el fiscal explica que el acusado inició una relación sentimental con la víctima en enero de 2010 y contrajo matrimonio con ella un año después fijando su residencia familiar en Córdoba.
Según el escrito, el procesado, desde el inicio de la convivencia matrimonial, ejecutó de forma persistente y reiterada una serie de acciones dirigidas a humillar y envilecer a su mujer, sobre la que mantenía mecanismos de control provocando su aislamiento familiar, social y laboral.
Además, era habitual que en el trato diario el acusado dirigiera a su esposa expresiones desvalorizantes como "no sirves para nada, por eso Dios no te dio hijos" o "das el pego pero eres un asco de tía física y mentalmente", entre otras.
El fiscal añade que el acusado ejercía violencia sobre objetos como medio intimidatorio y era habitual que rompiera vasos, teléfonos móviles, puertas u ordenadores.
Asimismo, ejercía un control absoluto sobre la vida diaria de su esposa mediante reiteradas llamadas a su trabajo, a su móvil y le prohibía que hablara con sus compañeros de trabajo o cualquier hombre, de tal forma que le obligó a cambiar de médico, sucursal bancaria, frutería o farmacia.
El acusado también controlaba la forma de vestir de su esposa y le prohibía el uso de maquillaje o pendientes, mientras que era habitual las amenazas con expresiones como "te mato, te busco donde estés" o "como mires a mi hijo te mato".
Según el fiscal, también eran constantes las agresiones, desde patadas en el estómago hasta tirones de pelo, bofetadas o puñetazos en la barriga, lo que habitualmente tenía lugar en una habitación del domicilio a la que llamaban "el confesionario".
Tras estos episodios violentos lo usual era que, según el escrito del fiscal, el acusado obligara a su esposa a mantener relaciones sexuales aduciendo que tenía que tranquilizarlo ya que era ella la que le había puesto nervioso.
Debido a sus estado sicológico, la víctima no ha podido concretar en el tiempo los episodios de violencia, aunque ha podido destacar varios acontecimientos que se produjeron en junio de 2010, en abril de 2011 y en mayo de ese mismo año en dos ocasiones.
Por todos estos hechos, el fiscal ha solicitado penas que suman 17 años y 9 meses de prisión para el acusado al considerarlo autor de los delitos de maltrato habitual, de abuso sexual continuado, tres más de maltrato de obra, otro de amenazas y uno más de lesiones.