El pregón de la Cruz fue todo un espectáculo, una auténtica puesta en escena donde más de medio centenar de personas se movieron en el interior de la iglesia del Santo Cristo, donde la música se hizo presente y donde tampoco faltaron ni los coros de la Vera-Cruz ni de la hermandad de la Divina Pastora.
Antonio Manuel Alías dedicó su pregón a Pablo Quijano Cabeza y José Carlos Fernández Moreno, reconocidos pregoneros de San Fernando y tuvo también un recuerdo para un cofrade que ha dejado huella en la hermandad, como Manolo Fando Aparicio. Los asistentes pudieron besar la reliquia del Lignum Crucis, mientras que también se entregó a la hermandad una pequeña imagen de la Divina Pastora, que será entronizada en la capilla de la Vera-Cruz.
Los asistentes llevaron también juguetes, a petición del pregonero, que servirán para la campaña de Reyes de la Vera-Cruz.