Leiden (ORC A), Kapote II (ORC B), Salina III (Promoción) y Estero Blanco (Tripulación reducida) han sido los vencedores de la concentración de barcos que ha supuesto el regreso de la XIV Liga de Cruceros Puerto Sherry tras el parón provocado por el Covid-19, disputada en aguas de la Bahía de Cádiz.
Un total de 20 embarcaciones han participado en esta travesía, que supondría la quinta jornada de esta liga organizada por el Club Náutico Puerto Sherry. En lo que va de año tan solo se ha celebrado una prueba de esta cita mensual, ya que la primera jornada tuvo que cancelarse por falta de viento y las medidas de confinamiento han impedido el resto.
Con más de dos horas de duración, ha estado marcada por un viento componente oeste. La salida fue a las 14:00 horas, con excelentes condiciones en la Bahía de Cádiz y una media de 10 nudos de Poniente. Se han realizado dos recorridos: barlovento/sotavento de 9 millas para ORC y costero de 12 millas para Promoción y Tripulación Reducida.
En clase ORC A, el primer puesto es para el DBK Leiden (CN Puerto Sherry) de Leonardo Ulecia, seguido del Balboa (CN Sevilla) de Ángel Rodríguez y el TP52 de la Armada Española Sirius VI, patroneado por Jorge Flethes.
En clase ORC B, el primer puesto es para el Kapote II, patroneado por Álvaro González, seguido del Puerto Sherry II, con María Fernández a la caña, y el Orión de Gabriel Mateos, los tres con bandera del club anfitrión.
En Promoción, el vencedor de la jornada es el Salina III (CN La Gallinera) de José Manuel Lozano, mientras que el segundo y tercer puesto fueron para el 15&30 (CN Puerto Sherry), patroneado por Manuel Álvarez-Dardet, y el Manai (CN Puerto Sherry) de Ignacio Arias.
El ganador en Tripulación Reducida fue el Estero Blanco (RCN Puerto Santa María) de Santiago Villagrán, seguido del Thyra (RCN Puerto Santa María) del Santiago García y el Seneca (Vistahermosa C.G.) de Francisco Mora, patroneado por Agustín Montes.
La tradicional comida marinera y entrega de trofeos se sustituyó, dadas las circunstancias actuales, por una convivencia en los barcos en el fondeadero de La Puntilla.
