Muchos lectores habrán presenciado algo que se repite en nuestras calles por las tardes a lo largo del curso escolar: adultos llevando o recogiendo niños de los lugares en que desarrollan sus actividades extraescolares. Aunque esto ocurre desde hace décadas, en los últimos años se ha acrecentado notablemente como consecuencia de diversos factores de nuestro entorno sociocultural.
Entre estos, destacaría la existencia de una imperiosa necesidad por hacer que los niños adquieran un número cada vez mayor de habilidades, algo que por lo general no parece cubrir suficientemente el sistema educativo reglado.
A esta curiosa "furia formativa" se unen otros factores como el de la creciente necesidad de los padres por disponer de tiempo para atender sus obligaciones laborales o de otra índole. El mercado, siempre atento a la demanda, ha aumentado considerablemente la oferta de todo tipo de actividades extraescolares, bajo la promesa de convertir a nuestros hijos en unos ciudadanos cada vez más puestos en el dominio de las habilidades lingüísticas, artísticas y deportivas, por mencionar algunas de ellas.
Un análisis pausado de esta situación permite apreciar que quizás no se tenga del todo en cuenta la forma en como determinadas características del niño influyen decisivamente durante el periodo formativo de sus primeros años escolares.
Esto parece estar ocasionando que algunas de las actividades extraescolares relacionadas con el aprendizaje de los niños, no logren motivarles adecuadamente. Esta situación es difícil de comprender, teniendo en cuenta que el principal motivo por el que los padres suelen llevar a sus hijos a actividades extraescolares es para que mejoren su nivel académico, y solo motivándolo haremos que un niño se interese por adquirir conocimientos y habilidades, la clave del éxito académico.
Las actividades extraescolares puramente lúdicas y las deportivas, desarrollan la capacidad psicomotriz y las habilidades sociales del niño, y le suele gustar practicarlas. Por el contrario, si no hacemos que las actividades extraescolares orientadas hacia el aprendizaje sean placenteras para los niños, no lograremos motivarles, pudiendo llegar a convertir la tarde de un niño en una segunda jornada escolar.
Recientemente se ha puesto en marcha en nuestra ciudad una novedosa iniciativa educativa que va dirigida a niños de educación infantil y primer ciclo de primaria, cuyas actividades se desarrollan en talleres que crean entornos agradables, en los cuales los niños pueden aprender conectando su creatividad con su curiosidad, mediante juegos y las prácticas artísticas y constructivas. Se trata de disfrutar del aprendizaje.