Ocasión desaprovechada. Ondaluz sirvió para conocer más al detalle los intríngulis del proyecto de los aparcamientos subterráneos. Visto lo visto, las ocho fuerzas políticas que se dieron cita en el Auditorio San Miguel escenificaron el panorama que presenta una vez más la ciudad.
Puntos de vistas encontrados, posicionamientos opuestos y poco pronunciamiento en el resto de formaciones, que no aclaran como debieran su postura y sus alternativas. La claridad de unos en su oposición sigue sin encontrar la alternativa que solape y valga para solventar una cuestión enquistada y compleja como pocas.
En la difusa realidad y las consecuencias que de ella se pudiera conseguir, solo el tiempo será el que aclare lo que hasta la fecha se sigue sin hacer. Ocasión perdida para poder haber ofrecido una mayor información y una mejor exposición de los razonamientos que debieran imponerse.
“Lo atado y bien atado” que reitera David de la Encina una y otra vez, paradójicamente, no ha valido para alcanzar por parte de la ciudadanía una mejor respuesta de los que a priori deben saldar el compromiso alcanzado años atrás.
El túnel y la cuestión en concreto tienen pocos visos de solución sin que ésta le cueste un solo euro en su renuncia. El tema, y si nada o nadie lo remedia, tiene para largo y para seguir ofreciendo una mayor disparidad de criterios. Un debate que no zanja las dudas y la controversia.
