El dato más destacable en relación a la accesibilidad es que otro año más gran parte de las casetas no han sido accesibles. Muchos caseteros colocan tarimas para evitar el albero, pero se olvidan de colocar en la entrada una rampa de pendiente adecuada que permita el acceso. A esto se une la no existencia de WC adaptados en muchas casetas, según prescribe la
normativa.
Desde La Gaviota no se entiende cómo se pasa de puntillas sobre la normativa de accesibilidad que es de obligado cumplimiento. No debemos olvidar que este tipo de establecimientos, aunque efímeros, están obligados a cumplir con el decreto 293/2009.
Parece que “no es importante” que una persona usuaria de silla de ruedas pueda entrar y salir por sus propios medios en una caseta, produciendo una evidente discriminación respecto a las personas con discapacidad que a diferencia de otros ciudadanos tienen limitado su acceso a un número determinado y reducido de casetas.
Dado que todas las casetas deben contar con la respectiva autorización municipal para su apertura, o bien que no se han inspeccionado las casetas o se han inspeccionado sin tener en cuenta la normativa de accesibilidad, por lo cual Asociación La Gaviota culpa de esta situación tanto a los titulares de las casetas junto con el área competente en la materia del Ayuntamiento.
En determinadas ocasiones a pesar de que la acera cuenta con el rebaje necesario, el adelantar las casetas cerca del bordillo impide la utilización de las aceras, y por ende el poder acceder a estas casetas. Es el caso de las calles “Tierra, Mar y Vino” y “Ostrea”.
Esta situación se comunicó a los responsables municipales al finalizar la feria de 2014, en la comisión de accesibilidad de abril de 2015 e incluso en la propia feria de 2015 en una reunión que se mantuvo sobre el terreno el miércoles de feria por la mañana, sin obtener una adecuada respuesta por parte de las autoridades municipales, a la vista de los resultados.
Es por ello, que desde La Gaviota se insta a que se establezca de una vez por todas, un procedimiento serio y riguroso de inspección que evite los problemas planteados. Además se consultará si se ha sancionado alguna caseta por los incumplimientos en materia de accesibilidad o se pretende hacer, según establece la ordenanza municipal correspondiente.
Como aspecto positivo cabe destacar que la Concejalía de Mantenimiento Urbano ha ido realizando trabajos de eliminación de barreras en la mayor parte del recinto del ferial y existe el compromiso verbal de acometer las demandas planteadas desde la Asociación: pequeñas mejoras en la caseta municipal, alguna actuación en los rebajes y modificar la rampa de acceso al baño público adaptado pues presenta un pendiente excesiva. Otro aspecto positivo es la ubicación de la bolsa de aparcamiento para personas con movilidad reducida, si bien sería deseable la dotación de algunas plazas más.
Como sorpresa agradable hemos comprobado como la caseta “Peña de las Hermanas Cala”, que contaba con tarima, han colocado su rampa con la pendiente adecuada, han dispuesto una barra a dos alturas, como indica la normativa, y han contado con un WC adaptado al mismo nivel que la tarima, para facilitar el acceso al mismo, por lo que se demuestra que los caseteros conocen la normativa y hay profesionales que demuestran que es posible hacer las cosas bien, tan sólo cumpliendo la normativa, y sobre todo poniéndose en el lugar del otro. De esta forma podríamos contar con una feria totalmente accesible.
Desde La Gaviota se planteará trabajar con el Ayuntamiento y otras entidades para elaborar un folleto donde se determinen todas las condiciones de accesibilidad que deben cumplir las casetas y que se entregaría a los titulares de las casetas de la próxima edición, para su obligado cumplimiento.
Además se solicitará que ninguna caseta que incumpla la normativa de accesibilidad pueda ser galardonada por los premios que organiza el propio ayuntamiento. La Asociación volverá a llevar este asunto a la próxima Comisión de accesibilidad, esperando que de una vez por todas se
aplique la normativa existente, algo que como se ha podido apreciar, no ocurre en el recinto de “Las banderas”, concluye la nota facilita por la asociación.
