El próximo 4 de abril llega a los cines Noé (Noah), la nueva película de Darren Aronofsky en la que el director de Cisne negro o Réquiem por un sueño asume el reto de llevar al cine una de las historias bíblicas "más antiguas y más contadas" de la historia. Así lo ha destacada en una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a Madrid para promocionar el filme.
Embarcarse en este proyecto ha conllevado un riesgo: el rechazo de ciertos países musulmanes y de los sectores más extremos del catolicismo y del judaísmo. Sin embargo, el cineasta cree que esta controversia se basa en algo que "la gente aún no ha visto" y está convencido de que terminará "en dos semanas", cuando la cinta se haya proyectado.
Aronofsky opina que se trata de una historia que "pertenece a todo el mundo" y que casi no ha sido llevada al cine por dos motivos. El primero, por las dificultades técnicas que conlleva: "La tecnología necesaria para hacer realidad aquellos milagros no ha aparecido hasta hace poco tiempo".
El segundo está relacionado con la misión de "imaginar" todo el material narrativo que no aparece en el 'Génesis' para lograr una película "de dos horas" con un resultado "entretenido". Para Aronofsky, la película será "sorprendente", ya que está seguro de que "visual y emocionalmente" es un filme muy diferente a lo que el público está acostumbrado. "Una experiencia muy diferente", garantiza.
Respecto a la decisión de trabajar de nuevo con Jennifer Connelly, a quien dirigió en el filme 'Réquiem por un sueño' (2000), el director confiesa que pensó en ella desde el principio para interpretar a la mujer de Noé, porque posee "una belleza atemporal" y además "trabaja en cualquier situación".
CONNELLY Y WATSON, AL "LÍMITE"
Tanto Jennifer Connelly como Emma Watson, quienes interpretan a la esposa y a la hija adoptiva de Noé, respectivamente, han vivido situaciones "límite" durante el rodaje de esta película, retos "emocionales" pero también "físicos" que han contribuido al peso dramático de la película.
Según cuenta Connelly en declaraciones a Europa Press, Aronofsky no fue explícito a la hora de dirigir esta cinta, pero el proyecto en sí conlleva dos retos. Uno físico, ya que tuvieron que sufrir "temperaturas frías y el ambiente húmedo", así como un desafío "a nivel emocional".
Para la actriz, tanto 'Noé' como 'Réquiem por un sueño' son muy directas, "ambas provocadoras, impactantes desde el punto de vista visual y muy pioneras porque él es un visionario". Según añade, el cineasta es "muy sensible a la hora de trabajar con los actores", lo que "ayuda en el componente dramático".
Por su parte, Emma Watson ha manifestado a este medio que el director de 'Noé' exige el "110 por ciento" del actor. "Siempre capta esas interpretaciones tan intensas de los actores, es capaz de sacar lo mejor de ti por eso tan emocionante trabajar con él, porque me lleva al límite", cuenta.
Para ella, la "intensidad emocional" que requiere una historia "sobre el fin del mundo" fue un gran reto, pero también lo fueron otras cuestiones físicas, ya que, según explica, enfermó durante el rodaje tras beber agua en mal estado.
"Teníamos un horario duro y tenía que dar lo mejor posible. Seguro que esto hizo que mi papel fuera más dramático. Al ser un personaje tan exigente físicamente esto contribuyó a que la experiencia emocional fuera más intensa, porque estaba agotada", recuerda.