Sangre, sudor y lágrimas. El Recreativo Portuense le costó hacerse con los tres puntos ante el colista Federico Mayo. La posibilidad de colocarse segundo -tal y como así sucedió- y la entidad del rival: siete derrotas en otras tantas salidas, hicieron creer que la tarde sería plácida para finiquitar un año de la mejor forma posible.
Y eso que el duelo no pudo comenzar mejor. Minuto 1, tras una jugada rápida al marco de Toni, el Recreativo Portuense ya comandaba en el marcador. Los rojiblancos salieron enchufados y con ganas de resolver por la vía rápida. Triangulaciones y con un juego directo, el partido tenía visos de ser entretenido y plácido.
El vendaval local se remataría con el segundo tanto. El gol de Zarzuela así lo atestiguaba. Encarrilado y con una posesión absoluta, el encuentro no podía tener una mejor visión.
Mientras tanto, el Federico Mayo ni tenía el balón ni podía contener las acometidas de los recreativistas. Hubo que esperar hasta el minuto 35 para ver el primer lanzamiento entre los tres palos. Inocente como el mismo, pero el único hasta entonces.
Ahí es cuando el partido cambió. La comodidad acabó, la superioridad se esfumó y la tranquilidad desapareció. El Recre empezó a incomodarse y a no verse tan fino. Las dudas y las imprecisiones animaron a un voluntarioso, pero limitadísimo rival.
El 2-1 de los jerezanos truncó la impoluta media hora portuense. Incomprensiblemente, las tornas cambiaron. El bueno ya no parecía tan bueno y el malo ya parecía hasta superior.
El run run empezó a merodear sobre El Juncal. Las llegadas se sucedían por parte visitante e Ito tenía que entrar en calor a marchas forzadas. El empate a dos estuvo cerca. Ya no hubo tiempo para más, el descanso quiso enfriar un encuentro que empezaba a calentarse por momentos.
El paso por vestuarios no hizo sino confirmarse los malos presagios. Lo peor estaba por llegar. El segundo partido sobró entero. Sobraron los minutos de antifútbol. Sobraron los apuros pasados. Sobraron el carrusel de tarjetas que mostró el isleño Jiménez de los Galanes.
Y cómo no, las expulsiones. Si ante la Balona se pensó que la dinámica se había acabado, volvieron y por partida doble. En el enésimo partido, el Recre volvió a sus orígenes. A protestas inadmisibles, a observaciones a cada señalización y a expulsiones evitables y censurables.
Nada más reanudarse, Dani Quirós veía la roja directa. No lo dudó el trencilla. El partido tomaba el mismo color que la tarde. Sin posesión y a remolque, tocaba ponerse el mono de trabajo. Habría que aguantar e intentar aprovecharse de alguna ocasión.
Isaías pudo marcar de cabeza el tercero. Los centímetros del espigado jugador bastaron para haber sentenciado. La jugada, finalmente, acabaría en un dudoso fuera de juego.
El Federico Mayo empezó a creer en sus limitaciones, dirigidos por el exracinguista Benítez en el banquillo, lo intentó una y otra vez. La escasa fortuna de sus delanteros le fue esquiva. Balones bombeados y peligrosos -todos resultan cuando no se vence cómodamente- tuvo en Ito al mejor de todos. Lo paró todo, lo que debía y lo que no. Se multiplicó en cada acción.
El año no se iba a terminar así como así, todavía vendrían más contratiempos. Natera se tuvo que retirar lesionado. Flor Pedregal movía el banquillo y Neva, observado en la banda por Sebastián Herrera, también era sustituido.
La segunda expulsión la firmó Elías que respondió a un codazo jerezano. Éste, más inteligente, simuló ser agredido. Lo fue a continuación, cuando Elías con el contrincario en el suelo, pateó en la espalda. El árbitro no lo dudó, nadie lo hizo, y fue expulsado. La historia se repite.
Tocaba el más difícil. Con 9 y con un marcador ajustado, había que tener cabeza fría, la que no se tuvo minutos antes. Había que ganar sí o sí. La segunda plaza estaba en juego y era tan apetitosa que no debía escapar. No se hizo. Ya no hubo tiempo para más sufrimientos.
El Recreativo Portuense cierra su participación liguera en este 2013 con la tarea hecha. En puestos de ascenso y a pesar de los pesares, mirando más que nunca el ascenso. 2014 debe traer novedades (institucionales) y la reafirmación en la segunda vuelta.