Sin duda, uno de los mejores jugadores del cuadro blanco de todos los tiempos y el único que ha ganado el trofeo al máximo goleador defendiendo la camiseta sevillista. Un mito que sólo hace unos años, pocos, veíamos correr la banda del Sánchez Pizjuán todas las mañana.Arza, El Niño de Oro, militó en las filas sevillistas un total de 16 temporadas (las comprendidas entre los años 1943-1959), y jugó 349 partidos de Liga en los que anotó la nada despreciable cifra de 182 goles. Además, disputó 62 partidos en la Copa de España, logrando 24 goles, y cinco en las distintas competiciones internacionales disputadas por los nervionenses, mientras que fue internacional con la selección española en dos ocasiones. El navarro lo fue todo en el Sevilla ya que, además de futbolista, fue entrenador, directivo y delegado del equipo en divesas etapas.
Pasada su etapa como futbolista, entrenó al Celta de Vigo, Cádiz CF, Deportivo de la Coruña y al propio Sevilla, club al que acudía cuando atravesaba dificultades en la clasificación liguera (era apodado el apagafuegos por este motivo). En junio de 2009 se le concedió el primer “Dorsal de Leyenda” que otorgaba el cuadro hispalense, quedando homenajeado así su número 8. Será incinerado hoy lunes después de un responso que tendrá lugar en el Tanatorio de la SE-30. Seguró que todo el sevillismo le dará un más que merecido adiós.
