El teniente de alcalde de Gran Ciudad, Función Pública y Organización Municipal, Javier Bello, ha felicitado a la feligresía de la parroquia de San Sebastián por la procesión realizada este sábado, en la que la imagen del santo, copatrón de El Puerto junto a San Francisco Javier, recorrió Vallealto y Urbaluz.
El sacerdote Francisco Miguel Morales presidió la procesión, que contó, entre otras presencias, con la de los niños de confirmación, que portaron el paso, y los de catequesis de Primera Comunión, formando parte de una comitiva que rondó el centenar de personas, entre los que también se citaron miembros de la comunidad neocatecumenal de la parroquia, según informa en una nota de prensa.
El teniente de alcalde ha destacado que la procesión ha vuelto a las calles después de varios años de ausencia. Una vez finalizada, se celebró una misa solemne en honor al santo. Además, ha subrayado la labor que está realizando esta comunidad parroquial, que entre otras iniciativas pondrá en marcha esta tarde una representación teatral de la vida y martirio de San Sebastián que acogerá la iglesia, contando como actores con los niños de catequesis de Primera Comunión, bajo la dirección del catequista Pedro Payán.
Este último ha señalado que con todas las iniciativas se ha querido revitalizar el culto a San Sebastián en la ciudad, intentando atraer no solo a la feligresía del barrio en que se ubica el templo sino también a portuenses provenientes de otros puntos de la ciudad, con el objetivo de difundir la vida de un santo que considera no es tan conocida como debería.
San Sebastián o Sebastián de Milán (Narbona, 256-Roma, 288) fue un tribuno militar del ejército romano que recibió el apoyo de los emperadores Diocleciano y Maximiano, quienes, desconociendo entonces su religión, le nombraron centurión y jefe de la cohorte. Posteriormente, durante la persecución de Diocleciano, fue ejecutado por orden de este tras obligarle a escoger entre su condición militar y su fe.
Se trata de un santo especialmente conocido en el deporte, invocado históricamente para luchar contra la peste y las epidemias en general, y es uno de los más representados en el arte.
