El pasado domingo 1 de febrero la dirección de la Taberna de Triana, sita en la calle San Bartolomé, quiso hacer entrega a Francisco Dueñas Crespo, flamante Pregonero de la Semana Santa de 2.015, de la pluma con la que simbólicamente realizará su cometido, en el transcurso de un sencillo acto pero cargado de significado y emoción.
El primero en tomar la palabra fue Juan Manuel García de Quirós, gerente de la Taberna de Triana quien agradeciendo a todos los presentes su asistencia, anunció la intención de que este acto perdure en los próximos años, como homenaje hacia la persona encargada de pregonar nuestra Semana Mayor. Cabe recordar que en este establecimiento, se vienen celebrando desde hace ya algunas semanas, interesantísimas charlas y coloquios con temas referentes a nuestra Semana Santa en una clara apuesta de estos jóvenes hosteleros por esta celebración tan nuestra.
Seguidamente y tras las intervenciones de José Manuel Castilla, Presidente del Consejo Local de Hermandades y de Antonio Romero Gómez, Hermano Mayor de la Hermandad de la Oración en el Huerto, a la que pertenece el Pregonero, tomó la palabra Jesús Delgado, también cofrade de esta corporación y gran amigo de Francis Dueñas quien adelantó el magnifico Pregón que a buen seguro nos ofrecerá el Domingo de Pasión, “hecho por un cofrade de cuna e incansable trabajador por su Hermandad y que provocará que gran cantidad de cofrades de nuestra ciudad se sientan identificados con él cuando lo escuchen el próximo domingo 22 de marzo”.
Era el momento de tomar la palabra el pregonero, Francisco Dueñas Crespo, quien agradecía enormemente esta muestra de cariño y el detalle que habían tenido con su persona los hermanos García de Quirós, aprovechando el momento para agradecerles la labor que están haciendo desde su empresa para engrandecer nuestra Semana Santa con los actos que están organizando y volviendo a agradecer al Consejo Local el haber pensado en su persona para anunciar nuestra Semana Santa prometiendo para finalizar, un Pregón cargado de vivencias, emociones y sentimientos.
Para finalizar, fueron los propios hijos del Pregonero los que hicieron entrega de la pluma objeto del homenaje, entre los aplausos – y alguna que otra lágrima de emoción - de los asistentes, celebrando a continuación una amena y distendida convivencia entre los reunidos en la acogedora Taberna de Triana de nuestra ciudad.