El tiempo en: El Puerto

El Gallinero

“Hay coros muy buenos, veo al menos seis que optan a la final”

Antonio Pedro Serrano 'el Canijo' hace doblete este año como autor con el coro de Julio Pardo y el regreso de su chirigota con 'Chernobyl, el musical'

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • antonio pedro serrano 'el canijo'. -

Antonio Pedro Serrano el Canijo comenzó en 1983 con la chirigota El Dios Baco y los que formaron el taco, llegando a semifinales. Continuó con la chirigota hasta 1989, cuando cambió y sacó su primera agrupación, el cuarteto Al compás de mi cohetillo.

Entre chirigotas y cuartetos siguió año tras año teniendo una etapa muy recordada con chirigotas como Los pibitos de las botellonas…, Los prigaítos que cantan temitas así…, Los cabezas, Los demonios que tienen los cuernos… o Las gallinas corraleras.

En 2004 comenzó un nuevo proyecto en Cádiz como autor de Action Cadix. A raíz de ese año llega su época dorada con tres primeros premios (Los que salimos por gusto, Los Juan Palómez yo te lo guiso y tú te lo comes y Ricas y maduras) y varias finales.

El año pasado, aprovechando el descanso de su chirigota, comenzó un nuevo proyecto, siendo el letrista del coro de Julio Pardo y obteniendo el tercer premio con El batallitas. Este año hace doblete al regresar su chirigota.

Segundo año con el coro de Julio Pardo, ¿cómo comenzó?
–Con una llamada de Julio, que me comentó que Antonio Rivas ya no iba a escribir el coro y el mismo Antonio le recomendó mi nombre y me llamó. Me tomé unos días para pensarlo y ya quedamos para que me expusiera sus pretensiones. Fue rápido.

Con la chirigota y el coro ¿cómo lo hace para compaginar los ensayos?
– Al coro suelo ir poco porque, la verdad, porque cuando están montando el repertorio yo no aporto mucho. Este año he ido menos que el año pasado porque tuve que compaginar con la chirigota y entre el trabajo, la chirigota, el coro... todo es imposible, así que la labor de dirección la lleva Julio Pardo Carrillo (hijo de Julio), que lo hace estupendamente junto al padre y yo no hago mucha falta.

La idea del coro recuerda a las ideas de sus chirigotas, ¿aportas en las ideas también o sólo se dedica a escribir?
–Sale en una reunión y José Gargal (José María García Gallardo) aportó ese tipo en concreto. Yo nada más escucharla dije “esto es lo mío”, me gustó mucho. Al César lo que es del César, la idea es de él, pero en cuanto la vi dije me gustaría hacerlo así.

¿Qué le parece que los coros hayan perdido esa “posición privilegiada” de abrir sesión?
–Bien, no considero que haya que volver atrás y que los coros abran de nuevo las sesiones. Está bien como está, cualquier agrupación debe poder cantar en todos los horarios, es un buen paso.

¿Cree que al coro que actúe a media sesión le afecta que no haya descanso o con descanso sufriría igualmente una desbandada de público?
–Depende del coro no porque sea un coro en sí, igual que con otras modalidades. Por ejemplo, a las comparsas que aún no son tan conocidas les pasaría igual. Recuerdo que cuando mi chirigota de los espermatozoides el primer día no éramos conocidos el patio de butacas estaba medio lleno, había ido la gente a comer, luego se fue llenando en otros pases.

¿Qué le resulta más difícil escribir, tangos o pasodobles?
–Ambos son complejos, cada uno tiene su historia. En el tango hay que tener cuidado porque la velocidad al soltar la letra quizás es superior a la del pasodoble y entonces, acostumbrado a escribir pasodobles, me costaban más los tangos al principio, pero conforme he ido escribiendo me ha ido costando menos, le he cogido el truco.

¿Cómo ve la modalidad?
–Bien, veo al menos seis coros que optan a la final, habrá al menos dos que la merecen tanto como los cuatro que pasen. Poco a poco la modalidad aumenta el nivel y hay coros muy buenos. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN