El Villarreal y el Real Madrid igualaron a dos goles en El Madrigal, en un partido en el que el conjunto madridista se llevó demasiado premio ante un conjunto local que fue mejor pero que perdonó ante un rival vulnerable en defensa.
De hecho, la fragilidad defensiva no se tradujo en una derrota del Real Madrid gracias a la actuación de su guardameta, Diego López, que en la que fue su casa hasta hace dos temporadas se convirtió en el mejor jugador madridista de la noche.
El conjunto local empezó el partido muy enchufado. Muy serio en el centro del campo y maniatando al Real Madrid en la zona de creación, donde el conjunto de Carlo Ancelotti se mostraba muy espeso.
Además, el Villarreal se mostró muy peligroso desde el inicio en su aproximaciones a la meta de Diego López, que tuvo que emplearse a fondo ante su exequipo en el minuto seis en una internada de Jonathan Pereira y, especialmente, al cuarto de hora del choque, con una sobresaliente intervención ante un disparo cercano del propio Pereira.
El equipo de Marcelino García Toral se hizo con el mando del partido conforme pasaban los minutos ante un desconcertado e inoperante rival.
Así, el mejor juego llevó al Villarreal a adelantarse en el marcador. Un pase de Bruno al interior del área que no pudo ser controlado por Pereira acabó con el balón en los pies de Cani tras una rechace cuyo remate mordido no pudo ser detenido por Diego López.
Tras el gol, el desconcierto madridista aumentó en la misma medida que el tanto espoleó aún más al conjunto local, que tuvo una inmejorable ocasión de aumentar su cuenta antes de la media hora de juego por mediación del mexicano Javier Aquino, al que Diego López le sacó un balón por dos veces.
El dominio del Villarreal era notable, con un Bruno Soriano sobresaliente en el centro del campo y con un ataque local que entraba por bandas con suma facilidad y velocidad ante una frágil defensa madridista.
El Real Madrid dio noticias en ataque a partir de superarse la media hora de juego en sendas acciones de Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo, especialmente el primero, al obligar a Sergio Asenjo a emplearse a fondo.
Pero cuando el Madrid pasaba por su momento más crítico apareció la calidad que atesora en su plantilla en una gran acción por la banda derecha, en la que un pase de Luka Modric a Carvajal culminó con un balón a Bale, que marcó a placer con la derecha en su estreno con el Real Madrid a seis minutos del descanso.
La segunda parte se abrió con un zurdazo de Bale que salió alto por muy poco, pero fue el que perdonó, de nuevo una inmejorable ocasión en la que Jaume Costa, sólo y sin la presencia de Diego López, mandó el balón fuera tras una buena jugada entre el mexicano Gio Dos Santos y Jonathan Pereira.
Ancelotti movió el banquillo con un doble cambio. Se fueron las dos novedades de hoy en el once, Bale e Illarramendi, y entraron el argentino Ángel Di María y Khedira, lo que coincidió con el segundo gol del Real Madrid, obra de Cristiano Ronaldo, quien si que no perdonó ante la meta rival tras una buena contra de su equipo.
Pero el Villarreal reaccionó ante gol madridista y no perdió la compostura. Siguió a lo suyo y Gio devolvió la tablas al marcador a los 70 minutos después de que Cani protagonizará una gran jugada y un disparo que fue rechazado por Diego López, que ya no pudo detener del mexicano pese a tocar de nuevo el balón.
La defensa del Madrid volvió a relajarse y mostrarse vulnerable y tanto Uche como Cani, sobresaliente todo el partido, pudieron adelantar de nuevo a su equipo, sobretodo el segundo, con un trallazo desde fuera del área que detuvo Diego López con una de las intervenciones de la noche.
El partido se cerró con una igualada un tanto injusta para el Villarreal, que fue mejor en todas las facetas que un Madrid al que se le vio falto deforma física y muy descentrado en defensa.