Levante y Real Sociedad empataron sin goles en Valencia en un encuentro en el que los locales no supieron aprovechar el contragolpe que prodigaron sobre todo tras el descanso, mientras que al cuadro donostiarra se le escapó el partido en el primer periodo, cuando no añadió a su dominio ocasiones.
Con independencia del resultado, el Levante fue de menos a más a lo largo del choque, justo lo contrario de lo que le ocurrió a la Real Sociedad, que estuvo mucho mejor antes del descanso que en la reanudación.
La primera parte no fue vistosa. Estuvo marcada por la falta de salida del Levante y la de llegada de la Real Sociedad, ya que mientras los locales no conseguían superar el centro del campo del equipo donostiarra, la Real se enredaba y no era capaz de crear situaciones de gol.
El Levante se mostró cauto desde el principio y nunca fue descaradamente a por el partido. Por eso apenas dispuso de opciones ante la meta de Bravo. Las pocas que tuvo estuvieron marcadas por la inocencia de sus atacantes, que nunca hicieron lo suficiente como para adelantar a su equipo en el marcador.
Por su parte, la Real fue dueña del balón desde el principio y aunque era capaz de mantenerlo y de acercarse con frecuencia a la portería local, sus delanteros tampoco fueron capaces de crear opciones claras para marcar.
Con este panorama, el empate a cero con el que el partido llegó al descanso resulta lógico, aunque el equipo valenciano se vio más beneficiado que el vasco por esta circunstancia.
Dado el potencial de ambos equipos, el Levante supo llegar al descanso con las esperanzas intactas de ganar, mientras que la Real lo hizo consciente de haber desperdiciado 45 minutos.
Tras una primera parte en la que el Levante no mostró argumentos ofensivos, el técnico local, Joaquín Caparrós, dio entrada a Babá e Ivanschitz tras el descanso y bien pronto se notó con un par de llegadas en ataque en las que participaron ambos jugadores.
El partido cambió, ya que aunque la Real Sociedad mantuvo la posesión del balón y su presencia en el campo local, el contragolpe del Levante empezó a funcionar y Bravo se vio obligado a realizar las intervenciones que no había tenido que hacer en la primera parte.
Sin embargo en el minuto 67, la Real dispuso de su primera ocasión de gol, tan clara como desafortunada, para abrir el marcador, en la que tanto Prieto como Seferovic y Vela fallaron lo que parecía imposible fallar.
El equilibrio en el marcador mantuvo la emoción de cara al tramo final del encuentro, en el que el Levante incrementó sus llegadas a la meta de su rival, que cada vez se sentía menos cómodo sobre el terreno de juego, ya que no conseguía maniatar a su oponente como había hecho antes del descanso.
El partido, mucho más entretenido tras el descanso que al principio, acabó con el Levante volcado en el área de su rival, que aunque sumó su primer punto liguero en terreno levantinista, no dejó un buen sabor de boca de cara al debut en la Liga de Campeones del martes.