"Basta ya, estoy enferma": la llamada de una famosa a Telecinco ante el acoso constante

Este domingo por la tarde, el programa de Telecinco 'Viva la Vida' protagonizó un bochornoso momento antes de terminar. 

Los colaboradores del programa y la presentadora, Sandra Bardena, que sustituye temporalmente a Emma García por problemas de salud, se encontraban hablando, o especulando, sobre los posibles motivos de la separación de Tamara Gorro y Ezequiel Garay. Así como de la enfermedad mental por la pasa la segoviana.

Infidelidades, la presión de la familia de Tamara, la adicción de Garay a los videojuegos... los invitados en plató lanzaban al aire hechos que 'alguien conocido ha contado', 'una fuente cercana asegura' y que, sin embargo, los protagonistas desmienten en todo momento.

En ese momento, a penas unos minutos antes de terminar el programa, la periodista Marisa Martín Blázquez se sentaba junto a Sandra sosteniendo su teléfono y la propia Tamara Gorro, con un claro ataque de ansiedad, pedía hablar con los presentes para pedirles que, por favor, pararan de especular.

"Respeto vuestro trabajo cien por cien y el de todos los colaboradores. Nunca os voy a culpar de nada, porque sé cómo funciona este mundo. Por favor, estoy enferma. No le he hecho nada a esa persona que ha entrado, lo que ha contado es mentira. Mi marido es excepcional", comentaba entre lágrimas.

"Miles de matrimonios se toman un espacio. No siempre se tiene que terminar mal. No os lo digo a vosotros, pero estoy enferma y me quiero curar. Os lo pido, por favor, a la gentuza que se quiere subir al carro", terminaba de decir mientras la propia Sandra Barneda le pedía disculpas y le aseguraba que se trataría el tema con respeto.

Las reacciones no se han hecho esperar y cientos de mensajes han inundado Twitter criticando al programa y la cadena por acosar a una persona que lo está pasando mal.

Asegurando que no todo vale en la televisión, los seguidores han recordado el trágico final de Verónica Forqué. Apenas un mes después, la televisión parece haber olvidado su influencia en las personas y vuelve a poner en su ojo de mira a una persona con una enfermedad mental.