El Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, acogerá los próximos días 20 y 21 del presente mes de mayo tres sesiones de un musical benéfico a favor de las víctimas y los refugiados de la ciudad siria de Alepo, organizado por la ONGD Solidaridad, Educación y Desarrollo (SED), con la colaboración de la institución provincial.
Según la información facilitada a Europa Press por la organización, el espectáculo, titulado 'Caridad, el musical', se ofrecerá a las 19,30 horas del día 20 y a las 11,00 y 19,30 horas del día 21, y se ha montado, por voluntarios y allegados de la citada ONGD, vinculada a los hermanos Maristas, con el objetivo de "abrir los ojos a la realidad, a esa que no queremos ver y cuya visión te transforma para siempre".
Se trata de un "evento lleno de música en directo y un mensaje de esperanza", ya que la recaudación íntegra que se logre con la venta de entradas para este musical benéfico, a un precio de cinco euros, irá destinada a las actividades de los llamados Maristas Azules, que mantienen sus operaciones en Alepo, "entre bombardeos constantes y corriendo un peligro extremo".
El musical está protagonizado íntegramente por profesores y exalumnos del Colegio Cervantes (Maristas) de Córdoba y lleva en ruta desde 2010 por toda Andalucía y ha sido visto por más de 9.000 personas. Narra la historia de María, una adolescente que entra en contacto con todo aquello a lo que, hasta entonces, había dado la espalda. Este contacto con la realidad la transforma y se convierte en una joven decidida a afrontar nuevos retos y a dar lo mejor de sí misma al mundo.
MARISTAS AZULES
Los Maristas Azules están presentes en Alepo desde principios del siglo XX. Mantienen proyectos educativos con niños y jóvenes y, "en estos tiempos de guerra, proporcionan agua, alimentos, asistencia sanitaria y esperanza a una población masacrada por la guerra".
En sus cartas, los Maristas Azules narran "la situación de miseria a la que se ve sometida la población alepina, a la que se le corta el suministro de agua y luz de forma arbitraria, mientras se enfrentan al miedo de morir bajo las bombas, secuestrados o asesinados a discreción".
Como relatan, "frente a tantas miserias, sufrimientos, muertes, destrucciones y tragedias, los Maristas Azules no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Denunciamos, llamamos la atención, rechazamos lo inaceptable, protestamos, informamos y actuamos", pero la situación es tal que "algunas de estas familias desplazadas a las que ayudamos y las familias de algunos de nuestros voluntarios han huido de Siria hacia Europa a través de rutas ilegales, de pasos fronterizos clandestinos y mediante la navegación por el Mediterráneo".
