El delegado municipal de Medio Ambiente, Joaquín Páez, ha anunciado la aprobación en la Junta de Gobierno Local de la certificación urbanística de ejecución de la nueva planta de transferencia de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en terrenos de La Victoria y el procedimiento de calificación ambiental. Se trata de un proyecto que no necesitan licencia de ejecución al tratarse de una iniciativa en suelo municipal con el Ayuntamiento como entidad promotora, pero sí requiere de la elaboración del proyecto.
El objetivo de esta estación de transferencia es servir de centro de recepción de residuos urbanos para permitir la descarga de los camiones de recogida evitando el desplazamiento hasta Miramundo, permitiendo optimizar su posterior traslado al lugar de tratamiento. De esta forma, los camiones municipales descargarían los residuos en las tolvas, para su posterior compactado y transferido a unos contenedores con mayor densidad. Con ello, serían los camiones de la planta de transferencia los encargados de transportar dichos contenedores a la planta. Así pues, esta medida tiene previsto un ahorro anual para el Ayuntamiento de Chiclana de unos 500.000 euros.
“Chiclana, en estos momentos, no cuenta con planta de transferencia y solo tenía un punto de acopio en El Carrascal, que cerramos en septiembre de 2015, ya que no garantizaba la salud medioambiental del municipio”, ha explicado Joaquín Páez, quien ha recordado que “en este punto de acopio el Gobierno del PP en 2007 trabajó a prisa y corriendo tras el cierre del vertedero de La Victoria. Todo ello por la falta de diálogo con la Junta de Andalucía por parte del PP”. “Sin embargo, a diferencia de ellos, nosotros ya hemos logrado 5 millones de euros para el sellado del vertedero de La Victoria, cuyas actuaciones están próximas a terminar. Además, cerramos el punto de acopio por falta de salud medioambiental y hemos creado un punto de acopio de voluminosos en el polígonos Pelagatos, para mayor ahorro económico”, ha explicado el delegado municipal de Medio Ambiente, quien ha añadido que “también estamos trabajando con la Junta de Andalucía para conseguir dos millones de euros para esta nueva planta de transferencia”.
En cuanto al emplazamiento elegido para dicha planta de transferencia, éste sería al sur del antiguo vertedero sobre una superficie de 1,1 hectáreas, aproximadamente. Además, la capacidad prevista de la estación de transferencia es de 100.000 toneladas de residuos urbanos anuales, suficiente para dar servicio tanto a la población de Chiclana como a la de Conil, e incluso a otros municipios de la zona de La Janda.
Se habilita, además, una zona para la gestión independiente de residuos de naturaleza selectiva. Los residuos no admitidos tendrán el carácter de no peligrosos y serán papel/cartón, vidrio, madera, muebles y enseres, envases y restos de poda o jardinería. Cada tipo de residuo contará con contenedores específicos y adecuados en número.
La obra civil comprende la creación de la infraestructura necesaria como son el edificio de control y vestuarios, la caseta de báscula, el área de Descarga, aparcamiento, maquinaria, calzada y muros de talud y perimetrales. Además, los equipos y maquinarias necesarios para el funcionamiento de las instalaciones lo componen una báscula, una compactadora de rodillo para voluminosos de madera y restos de poda, compactadoras estáticas para fracciones y dos unidades de compactación de RSU para la estación de transferencia formadas por tolva con empujador, compactador y mesa de transferencia con transferidor para contenedores.
“Para que esta iniciativa salga adelante hay que trabajar y no quedarse parados. Por ello, nosotros trabajamos en dos frentes; por un lado, con la empresa Biorreciclaje, para que realizara el proyecto de la planta de transferencia, cuya calificación ambiental ya ha sido aprobada; y, por otro lado, con la Junta de Andalucía, de cara a obtener financiación para su ejecución”, ha indicado el responsable del área, quien ha aclarado que “tenemos los terrenos para que la Junta pueda licitar las actuaciones previstas, con el objetivo de tener una planta de transferencia en toda regla, es decir, con todas las calificaciones ambientales y las infraestructuras necesarias”.