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San Sebastián descubre el documental \'La búsqueda\', sobre Paco de Lucía

La cinta, de Curro Sánchez, hijo del desaparecido guitarrista, emociona al público

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  • Curro Sánchez -

Un último homenaje de su familia al gran Paco de Lucía y una última lección del maestro para todos los que desde el pasado 27 de febrero se sienten un poco huérfanos. El documental "La búsqueda", dirigido por su hijo Curro Sánchez, ha emocionado en su proyección en el Festival de Cine de San Sebastián.

Casi a contrarreloj y pese a que la muerte repentina en México del hombre que revolucionó la guitarra flamenca impidió rodar el final previsto, la película ha llegado a tiempo para proyectarse en la sección Zabaltegi del certamen.

"Teníamos billetes para ir a México dos días después de su fallecimiento. Nos pilló todo a contrapie, aparte del shock emocional de perder a nuestro padre", ha señalado en una entrevista con Efe el hijo mayor del músico de Algeciras.

"A los diez días ya estaba encerrado intentando buscar una manera de terminar el documental, y lo hice porque creía que se lo debía a mi padre y al público que se ha quedado huérfano de él", añade.

"Paco de Lucía: la búsqueda" pivota sobre dos ejes. Por un lado, una intimista entrevista en la que el tocaor y compositor desgrana sus recuerdos biográficos y desvela algunas claves de su pensamiento y personalidad, y por otro su aportación a la música.

"Mi padre era una persona tan completa que puedes sacar 80.000 lecciones de él, pero si me tengo que quedar con una sería: si quieres gustar a los demás, gústate a ti mismo", reconoce. El propio músico algecireño lo dice en un momento del documental: "En el escenario, toco para mí. Si te gustas a ti mismo, eso se transmite".

También cuenta con humor sus complejos infantiles por tener "los muslos gordos" o cómo impresionó a su padre la primera vez que, con 7 años, cogió la guitarra entre sus manos.

Paco de Lucía muestra en "La Búsqueda" su conocida faceta perfeccionista y su añoranza por la frescura de los primeros tiempos, cuando formaba con su hermano Pepe el dúo Chiquitos de Algeciras.

"Ahora soy un amargado, ya me han puesto en un nivel que, si estoy por debajo, me critican. Eso es un suplicio", confiesa.

Pero también desvela su lado más festivo y desconocido, que se sintetiza con la rumba accidental que dio la vuelta al mundo y se convirtió en su mayor éxito, "Entre dos aguas".

"Paco era muy alegre, aunque mucha gente pensara que era un atormentado y que vivía encerrado intentando sacar una obra mejor que la anterior. También era un tío vital, positivo, al que le encantaba reirse y hacer reír", dice su hijo.

Esa vitalidad se manifiesta en la otra "pata" del documental, la del músico con hambre de experiencias y sensaciones musicales, que pese a sentir a veces "vergüenza" por su éxito y "culpa" frente a los flamencos más ortodoxos de los que aprendió, no pudo evitar adentrarse en otros terrenos estilísticos como el jazz.

Y ahí es donde entran en juego los otros entrevistados. Chick Corea, John McLaughin, Jorge Pardo, Rubén Blades. Músicos que le acompañaron en su aventura exploradora.

Eso sí, es el propio maestro algecireño quien cuenta cómo, después de 4 o 5 días tocando por primera vez con Larry Coryell y otros músicos de jazz, empezó a preguntar cómo se improvisaba.

"Ellos asumían que él sabía hacer ruedas improvisatorias pero no tenía ni puñetera idea y estaba muy angustiado", cuenta Sánchez a Efe. "Cuando le preguntó, Larry soltó una tremenda carcajada".

El documental lo firma Curro Sánchez y en el guión ha colaborado con su hermana Casilda, pero según cuenta su hijo, el propio Paco de Lucía acabó involucrándose al máximo en la confección del relato, pese a sus reticencias iniciales.

"Mi padre es un hombre que siempre se ha basado en el lema 'vive y deja vivir', pero estaba atento a que todo se hiciera con respeto, sobre todo en lo que concernía a la parte musical, a la selección de músicas y edición de canciones, ahí era súper riguroso y me ponía firme rápidamente", dice Sánchez.

"En cuanto al desarrollo de la historia me dio mucha libertad y al mismo tiempo se involucró mucho, fue casi cocreador del relato junto con mis hermanas y conmigo", añade.

El documental se detiene, como no, en la mítica relación de Paco de Lucía y Camarón. "Nuestra relación era más artística que personal. La timidez y el respeto bloqueaban la espontaneidad", admite el guitarrista. "Pero yo lo quería mucho, porque era buena persona".

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