Por segundo año consecutivo, la
Diputación de Cádiz pone en marcha una línea de ayudas económicas a municipios destinadas a tratar de paliar los efectos provocados por la invasión del alga
Rugulopterix okamurae. Esta especie de origen asiático está afectando gravemente la biodiversidad y la integridad de los ecosistemas costeros y marinos del litoral gaditano. Como consecuencia, el tejido socioeconómico también se encuentra comprometido. En especial, los sectores pesquero y turístico son los más perjudicados, uno por la desaparición de especies autóctonas que han sido desplazadas por el alga invasora, y el otro, por las molestias que provocan entre los usuarios de las playas.
El
Área de Transición Ecológica y Desarrollo Urbano Sostenible es la responsable de ejecutar este
plan específico de cooperación, cuya aprobación inicial se debatirá en el Pleno ordinario que se celebrará mañana. Está dotado con
261.925,94 euros, con los que se da cobertura a los municipios que han requerido ayuda para hacer frente a los gastos extraordinarios de limpieza que implican la retirada y eliminación de las algas que aparecen en sus costas. Se trata de
Tarifa, La Línea de la Concepción, Barbate y Algeciras, que son los ayuntamientos que han solicitado su adhesión a la iniciativa, una vez informados de oficio los municipios de la costa gaditana en los que se ha detectado la presencia de esta especie invasora.
Las subvenciones que reciben los ayuntamientos destinatarios tienen que ver con las necesidades expresadas por cada uno de ellos, en función de la previsión de gasto que, estiman, les supondrá limpiar y retirar las algas, así como su finalidad (aumento del contrato de limpieza vigente, contratos extraordinarios de limpieza, compra o alquiler de maquinaria, contratación de personal y coste del depósito en instalaciones de residuos autorizadas, entre otras). Con esta premisa, Tarifa percibirá 103.925,94 euros; Barbate 60.000 euros; La Línea 73.000 y Algeciras, 25.000 euros.
Los arribazones (acumulaciones en las zonas intermareales) del alga invasora en las playas gaditanas suponen un riesgo de salubridad pública por los malos olores y el riesgo de plagas que puede conllevar la putrefacción de esa materia orgánica en descomposición. Además, ofrecen una mala imagen. Por este motivo, los municipios litorales directamente afectados se ven obligados a invertir recursos extraordinarios de sus propios presupuestos para hacer frente a este problema.