La Guardia Civil, en el marco de la operación Recolector, ha desarticulado una organización criminal de carácter internacional dedicada a la comisión de delitos relacionados con el fraude informático en todo su espectro, principalmente a través del 'carding', de forma que se han detenido a once personas en España y Chile tras dos registros domiciliarios en Cádiz y Málaga y otros dos en Santiago de Chile, se ha abierto investigación a otras 20 y se han disuelto grupos de más de 100.000 miembros de una conocida aplicación de mensajería.
Según detalla la Benemérita en una nota de prensa, a los detenidos se les imputan los supuestos delitos de estafa agravada, pertenencia a organización criminal, usurpación de identidad y falsedad documental, entre otros.
La operación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Granada bajo la dirección directa del Fiscal de Criminalidad Informática de la provincia de Granada y con el apoyo de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, Fiscalía chilena y la Brigada de Cibercrimen de la Policía de Investigaciones de Chile.
La principal actividad del entramado de ciberdelincuentes era la obtención ilícita de datos relacionados con las credenciales de pago, generalmente tarjetas de crédito, tanto para su explotación directa en plataformas de comercio en internet por la propia organización como para proceder a su venta en canales de una conocida aplicación de mensajería y en foros de la 'DarkWeb'. Este conjunto de actividades delictivas es conocida en el mundo del cibercrimen como 'carding'.
El modus operandi identificado se basaba, fundamentalmente, en la suplantación de sitios web reales, método conocido como 'phishing', pertenecientes a entidades bancarias nacionales e internacionales, así como de conocidas empresas de servicios de contenidos en multimedia en directo y obtener con ello de esa manera los datos de las víctimas.
Para la consecución de sus objetivos delictivos hicieron uso de diferentes tipos de malware como el troyano bancario Zeus y TinyBanker, keyloggers, herramientas para ataques de denegación de servicio, bots, redes botnet y diversos tipos de ransomware que se encontraban a su disposición.
A la organización se le imputan más de 2.500 hechos delictivos con más de 300 empresas a nivel nacional afectadas, estimándose un perjuicio patrimonial que podría alcanzar el millón de euros, obteniéndose información del uso de más de 42.000 tarjetas de crédito por parte de los diferentes integrantes de la organización delictiva. Se han localizado tarjetas de crédito utilizadas por los ciberdelincuentes de 47 países en todo el mundo, destacando especialmente las de Estados Unidos y países de la Unión Europea.
CANALES DE MÁS DE 100.000 MIEMBROS
Gracias al operativo de Guardia Civil, se han detenido a once personas e investigado a otras 20. También se ha conseguido el cierre y la disolución de los grupos más importantes de una conocida aplicación de mensajería dedicados al 'carding' a nivel nacional e internacional, algunos de ellos con más de 100.000 miembros, canales que estaban dedicados a la compra/venta de credenciales de pago de tarjetas de crédito.
Se han realizado cuatro registros domiciliarios, dos en las provincias de Cádiz y Málaga, y otros dos en Santiago de Chile, en los que se ha incautado abundante documentación relacionada con credenciales de pago usurpadas, dispositivos de almacenamiento electrónico, dispositivos tecnológicos para la comisión de los hechos delictivos, además de criptomonedas.
CAMPAÑAS DE PUBLICIDAD PARA CAPTAR A LAS VÍCTIMAS MÁS VULNERABLES
La Guardia Civil destaca que la organización criminal contaba con un alto nivel de sofisticación y perfeccionamiento, llegando a contratar campañas de publicidad en sitios de buscadores y redes sociales donde configuraban diferentes parámetros (edad, ubicación y resto de perfiles) para conseguir la máxima rentabilidad, de tal forma que sus campañas de 'phishing' eran mostradas y dirigidas a un sector concreto de la población, generalmente a las víctimas que por sus características propias, edad, cultura o nivel de conocimientos tecnológicos eran más vulnerables en la red.
Destaca pues el enorme potencial delictivo y la peligrosidad y efectividad de esta organización, la cual llegaba a diseñar soluciones técnicas (uso de bots) para automatizar el proceso compras en plataformas web y así de esta manera conseguir que las víctimas no dispusieran de tiempo suficiente para cancelar la tarjeta ni avisar a la entidad bancaria.
El entramado delictivo de carácter internacional, bien organizado y estructurado, estaba integrado por miembros ubicados en España, EEUU, Chile, Venezuela, Perú, República Checa, México y Marruecos.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR SER VÍCTIMA DE FRAUDE ONLINE
El fraude online es la tendencia delictiva más lucrativa vinculada a la delincuencia en la red, donde se ven afectados cada año millones de internautas. Por ello Guardia Civil realiza las siguientes recomendaciones.
Sospechar de correos que aparenten provenir de servicios conocidos solicitando de nuevo datos que ya obran en su poder con excusas tipo problemas técnicos, incidencias con la seguridad de la cuenta de usuario o vales de descuento/promociones.
Revisar la información que proporciona la tienda web, especialmente en lo referente a quiénes son, domicilio fiscal y datos que recopilan de los usuarios, así como formas de pago permitidas.
También sospechar si se observan errores gramaticales, comprobar que los enlaces e hipervínculos insertados en la página web son reales y coinciden con la dirección a la cual pretenden derivar y sospechar cuando los correos electrónicos de sitios oficiales vienen de direcciones generalistas (tipo hotmail o gmail). Normalmente las empresas tienen dominios propios.
En caso de ser víctima de un robo de datos vinculado a credenciales de pago, en primer lugar ponerlo en conocimiento del servicio proveedor/bancario, y seguidamente denunciarlo en el acuartelamiento de Guardia Civil más próximo.