Aún perduraban los últimos rayos de sol cuando se abrieron las puertas de San Lorenzo para que la Virgen de los Dolores realizara su tan esperada salida después de un año de interrupción por las lluvias.
El palio de Servitas comenzaba sus andares por Sagasta al ritmo de los instrumentos de la Banda de Música ‘Maestro Dueñas’ mientras el buen tiempo daba por sentada las previsiones para los primeros días de esta Semana Santa.
Tal y como es habitual a la salida de cualquier Virgen, el ‘Himno de España’ servía de preámbulo a ‘Ecce Homo’, la primera marcha que las calles de Cádiz han podido oír en estos diez días de Pasión que comienzan hoy. La multitud hacía acto de presencia desde rato antes de su salida, y mientras la acompañaba en su peculiar recorrido, Ella seguía caminando, con su largo manto negro y sus blancas calas que decoraban y contrastaban la sobriedad característica de una imagen que representa el dolor y la soledad.
Las jarras del paso han sido el estreno de un año en el que esta fraternidad ha seguido creciendo, contando con la presencia de 110 penitentes en su cortejo penitencial. Y es que Servitas ha ganado participación desde que volviera al día de su onomástica y abandonara el Viernes Santo.
La Virgen de Dolores, como única protagonista del día, ha dejado imágenes de un Cádiz concentrado a su paso ya que, al no figurar como parte de su recorrido la Carrera Oficial, esta no contaba con su preparación habitual de sillas ni siquiera en la Catedral, donde ha realizado su regular Estación de Penitencia.
Mientras tanto, el resto de las cofradías ultiman detalles en sus templos. Los Viacrucis, los besamanos y las subidas al paso han hecho del Viernes de Dolores un día de comunidad entre hermanos que han podido disfrutar tanto de la primera de las salidas procesionales como de sus propias Hermandades.